VALÈNCIA 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) inaugura una exposición que saca a la luz cartas inéditas y escritos privados que desvelan la amistad y protección que el sacerdote valenciano Alfons Roig (1903-1987) brindó a varios de los integrantes de la Generación del 27. Así, la muestra refleja la relación del religioso y profesor con los poetas e intelectuales republicanos de la época --como María Zambrano, Juan Gil-Albert, José Bergamín, Vicente Aleixandre y Emilio Prados, entre otros--, a los que ofreció información, casa y consuelo.
La selección --titulada 'Alfons Roig i la Generación del 27' y que se podrá contemplar hasta el próximo 12 de noviembre en la Sala Alta del espacio cultural-- ha sido presentada en rueda de prensa por el director del museo valenciano, Rafael Company; el jefe de exposiciones, Amador Griñó, y la investigadora Rosa Mascarell, que ha comisariado el proyecto y que fue secretaria personal y documentalista de María Zambrano durante los últimos años de vida de la filósofa.
De la figura de Alfons Roig se conoce su papel como introductor del arte contemporáneo en Valencia pero su influencia renovadora en el panorama cultural del momento va más allá de lo plástico. Por eso, esta muestra (que parte de la investigación en el archivo del MuVIM, fruto de la donación que el propio Roig realizó hace más de tres décadas) pone de relieve las relaciones entre Roig y toda una serie de figuras clave de la Generación del 27 que, en plena dictadura franquista, continuaron con su labor creativa desde el exilio, tanto interior como exterior.
Ese acercamiento de Alfons Roig --animado por acontecimientos que le impactaron, como el fusilamiento del rector Peset-- queda patente en la exposición mediante anécdotas de gran "emoción e intimidad".
Ejemplos son el perdón que pidió a María Zambrano en nombre de la Iglesia; los turrones que enviaba a la filósofa y a su hermana; el ofrecimiento de la ermita de Lluxent (Valencia) --que quiso convertir en un centro de creación-- para albergar a exiliados que lo necesitaran o la correspondencia que mantuvo con la viuda de Miguel Hernández, a cuyos hijos intentó buscar trabajo. Fue de esta forma "un puente entre el exilio y la patria perdida".
Este 'mapa' sentimental se traza en la muestra con piezas como una treintena de cartas inéditas; un amplio conjunto de tarjetas, escritos y diarios íntimos y más de medio centenar de libros fundamentales en la historia y la literatura del momento, así como una reproducción de los 23 ejemplares de la revista republicana 'Hora de España', que el público puede hojear.
PRIMERA EDICIÓN
La mayor parte de los volúmenes que se exhiben forman parte de la biblioteca personal del profesor custodiada en el MuVIM y entre ellos destaca la primera edición de 'El rayo que no cesa', de Miguel Hernández, firmada y dedicada a Juan Gil-Albert y que este, debido a su estrecha amistad, regaló a Alfons Roig.
Rosa Mascarell ha subrayado el carácter "entrañable y próximo" del 'pare Roig', que "dio consuelo" a personas que lo necesitaban en ese momento, pero que, además, desempeñó un papel crucial en el panorama cultural. Un ejemplo, fue Roig quien hizo llegar a José Luis L. Aranguren un texto de Zambrano que le empujaría a recuperar la obra de la autora, ha resaltado la comisaria.
Por su parte, el director del MuVIM ha comentado que esta exposición se incardina en la serie dedicada por el museo a la II República y que ensalza la labor de un valenciano, que ha comparado con la de Gregori Maians o Joan Fuster, que "trascendió" el pequeño territorio donde vivía.
Finalmente, Amador Griñó ha llamado la atención sobre el montaje de la selección, muy "didáctica, accesible y palpable" para que los visitantes puedan conocer de una forma entretenida y sencilla la documentación.