VALENCIA 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un total de 31 cetáceos se quedaron varados en las costas de la Comunitat Valenciana de cuatro especies: delfín listado, delfín mular, cachalote y un varamiento de rorcual aliblanco. Esta última especie de cetáceo es la primera vez que se cita en la Comunitat Valenciana.
Así, se recoge en el informe anual, consultado por Europa Press, que realiza la Unidad de Zoología Marina del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva (ICBiBE) de la Universitat de Valencia en colaboración con la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.
La especie varada con mayor frecuencia en 2014, al igual que en años anteriores, ha sido el delfín listado (22 ejemplares y el 63% del total) seguido del delfín mular (7 ejemplares y el 20%). El resto han sido un varamiento de cachalote y el mencionado de rorcual aliblanco. Además han habido cuatro ejemplares varados no identificados. En aguas valencianas suele estar presentes siete especies.
La Unidad de Zoología Marina coordina, a través del centro de emergencias de la Generalitat Valenciana, las actividades de recogida de cetáceos varados en nuestras costas. También la gestión y almacenamiento de datos y el transporte y las actuaciones necesarias para la retirada de los ejemplares, según explican desde la Conselleria de Medio Ambiente.
La gestión de las actuaciones sobre los varamientos de animales vivos se realiza en coordinación con el Centro de Recuperación de Fauna "La Granja" de El Saler y con el personal del Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Los animales varados muertos que se encuentran en buenas condiciones son trasladados a las instalaciones del ICBiBE para su necropsia en un laboratorio adaptado específicamente para esta actividad.
PRIMER RORCUAL BLANCO
Así, el pasado año se registró por rpiera vez el varamiento rorcual aliblanco, del que sólo hay registrados cuatro avistamientos más de esta especie en el Mediterráneo español. El aliblanco es la especie de rorcual más pequeña y se encuentra distribuido por aguas costeras de todo el mundo. En el Mediterráneo es considerado un visitante esporádico.
El pequeño tamaño del ejemplar varado, el poco grado de osificación del cráneo y el grado de crecimiento de las aletas pectorales, evidencia que se trataba de una cría. De hecho, es la primera cita de una cría en aguas españolas de la Península Ibérica. Este hecho suscita muchos interrogantes sobre el uso del Mediterráneo Occidental como área de cría para esta especie, según las mismas fuentes.
En 2014 también se han recibido nueve avisos de cetáceos varados vivos. Y en diciembre de 2014, en Cullera, unos pescadores avisaron de dos delfines mulares que estaban intentando hundir a un delfín muerto, aunque cuando acudió Salvamento Marítimo, no encontraron ninguno.
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN
Desde el momento en que se pone en conocimiento del personal de la Unidad de Zoología Marina del ICBiBE la existencia de un varamiento en la Comunitat Valenciana a través del 112, este equipo se pone en contacto con la persona que ha dado el aviso, quien le informa del estado del animal, la ubicación, y localidad.
En muchos casos esta información viene apoyada por la toma de fotos que se hacen en el lugar y momento del varamiento, lo que ayuda a valorar la oportunidad de la asistencia y la recogida de muestras y mejora la rapidez en la valoración y la toma de decisiones sobre las acciones a llevar a cabo.
El protocolo de actuación de la Red de Varamientos en la Comunitat Valenciana establece que se recogerán para su análisis los animales frescos. De este modo, si el animal muerto se encuentra fresco o parcialmente descompuesto pero con los órganos internos intactos, se traslada al laboratorio del ICBiBE para su análisis.
Así, se toman las medidas biométricas y se obtienen de la mayoría de sus órganos muestras de los parásitos encontrados. Además se recogen los dientes para el estudio de la edad y muestras de tejidos para realizar pruebas de histopatología y virología. Las muestras recogidas de estos animales, así como las biometrías, aportan información sobre la edad, estado de salud, posibles enfermedades y parásitos de los cetáceos varados.
En 2014 se han recogido y trasladado al ICBiBE un total de 7 de los 31 cetáceos aparecidos en las costas valencianas. Todos ellos eran delfines listados. El equipo de la UZM acudió al lugar del varamiento en otras dos ocasiones, un delfín mular y en el caso del rorcual aliblanco. Esto representa un análisis completo del 26% de los varamientos ocurridos.
En la mayoría de los casos no es fácil determinar las causas de varamiento, debido principalmente al estado de descomposición en el que se encuentran muchos de los animales varados en las playas. En dos casos la causa del varamiento fue la interacción humana a través de la pesca.
La tendencias desde 1979, año en el que empezaron a recogerse los datos de varamiento de cetáceos, es un promedio de 45 ejemplares varados al año. Sin embargo en 1990 (147 ejemplares varados) y 2007 (83 varados) el número de varamientos de delfín tuvo dos picos significativos debido a las mortandades causadas por Dolphin Morbillivirus.
En 2011 se observó un aumento en el número de varamientos de todas las especies de cetáceos. Este brote puntual de mortandad se debe a una fase crónica residual de la epidemia de 2007. Este número de delfines varados disminuyó en 2012 hasta situarse en valores similares a años anteriores. A la vista de estos datos, por tanto, 2014 "no ha sido un año excepcional en cuanto a número de varamientos de delfín listado y cetáceos", según las mismas fuentespro.