Foto: PIXJUEGOS
El artista dice que se siente "dolido" por el "esfuerzo, la ilusión y el interés" mostrados en la realización del juego
CASTELLÓN, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los creadores del videojuego 'La pesadilla de Ripollés', en el que el artista aparece luchando contra sus propias esculturas tras cobrar éstas vida y empezar a destruir Castellón, han decidido retirarlo para "no entrar en conflicto" con la producción de una serie de dibujos animados que está realizando la empresa que tiene los derechos de imagen de la obra de Juan Ripollés y que utiliza los mismos personajes.
Así lo ha explicado a Europa Press el director y programador del grupo Pix Juegos --creador del videojuego--, Pablo Navarro. Esta decisión ha sido adoptada después de que este martes los componentes de este grupo mantuviesen una reunión con Juan Ripollés.
Según Navarro, el juego no se publicará, "pero no porque a Ripollés no le guste, sino que planean hacer una serie a lo Pocoyó, por lo que mostrar los mismos personajes pegándose puede dejar una mala imagen sobre ello".
Navarro ha explicado que, a pesar de que el videojuego finalmente no se publicará, la experiencia "ha sido muy grande y hemos aprendido muchísimo con todo esto", de tal forma que, incluso, se están planteando aprovechar el contenido del proyecto, "cambiando a los protagonistas y enemigos, pero aprovechando todo lo demás".
"NO ÍBAMOS A GANAR DINERO"
El director de Pix Juegos ha apuntado que 'La pesadilla de Ripollés' "no tenía ningún objetivo real, sino ser publicado y listo, pues no íbamos a ganar dinero con él, por lo que tampoco nos ha supuesto un problema retirarlo". "Antes de que nos pueda provocar algún problema legal o dañar una producción seria preferimos retirarlo", ha añadido.
Por su parte, Juan Ripollés ha señalado que por una parte está "contento" pero, por otra, le "duele" el "esfuerzo, el interés y el entusiasmo que han empleado estos chicos en la creación del viedojuego". Y ha aclarado: "si se hubiesen puesto en contacto conmigo ante de realizarlo, les hubiera explicado que tenía cedidos los derechos de imagen de mis esculturas para animación y no hubiésemos llegado a esta situación".
Ripollés ha destacado que en esta decisión "no se ha querido dañar a nadie, y así lo han entendido los creadores del videojuego, pues cuando hay buena voluntad entre las partes las cosas se resuelven mejor".