VALENCIA 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), junto con otras cinco empresas europeas, ha completado el proyecto europeo 'Reffresh', cuyo resultado ha sido un contenedor flotante de poliéster y PVC que permite transportar agua dulce por el mar utilizando un remolcador para abastecer poblaciones costeras o islas con pocos recursos hídricos.
Se trata de una alternativa "más económica y más sostenible con el medio ambiente que los sistemas empleados hasta ahora como los buques cisterna o las plantas desaladoras", explica Aimplas en un comunicado.
En el proyecto 'Reffresh', de 24 meses de duración y financiado por la Comisión Europea a través de su VII Programa Marco, Aimplas ha sido el encargado de seleccionar los materiales plásticos utilizados para la confección del contenedor y también ha llevado a cabo los ensayos en laboratorio para verificar las prestaciones de los materiales empleados y validar el diseño de la estructura.
Como socios tecnológicos en la iniciativa, Aimplas ha contado con cinco empresas europeas: la textil Industrial Sedó (Tarragona), las italianas D'Appolonia y Ziplast, la naviera griega Spanopoulos y Safibra (República Checa).
"Técnicamente, el diseño modular con el que se ha concebido el sistema de contenedores Refresh permite variar la capacidad total, hacer varias descargas y mantener la integridad del resto de la carga si uno de los módulos se ve comprometido", asegura Vicent Martínez, investigador del departamento de Extrusión de Aimplas y responsable del proyecto. Además, los contenedores incorporan una serie de sensores que permiten monitorizar en tiempo real las tensiones soportadas para que el remolcador se ajuste a las condiciones de navegación.
AHORRO
Este sistema de transporte mediante contenedores flexibles representa un ahorro de coste por metro cúbico entre un 50-75 por ciento comparado con los buques cisterna utilizados actualmente para este propósito. También permite ofrecer una alternativa a las plantas desaladoras que causan mucho más impacto en el medio ambiente. "Se trata de una solución de transporte que permite responder a los picos de demanda de agua potable que experimentan las islas o poblaciones costeras turísticas en los periodos de temporada alta", explica Martínez.
Durante los 24 meses que ha durado el proyecto, se ha fabricado un prototipo de contenedor flexible de 20 metros de longitud y cuatro metros de diámetro que puede transportar 200 metros cúbicos de agua. El viaje inaugural tuvo lugar el pasado mes de noviembre en la isla de Creta en un trayecto de 16 millas náuticas en el golfo de Souda. La longitud del cable del remolcador se incrementó paulatinamente de 30 a 100 metros hasta alcanzar la velocidad de crucero, y en menos de 10 minutos el remolcador alcanzó una velocidad de seis nudos. En total, el viaje duró tres horas.
Durante esta serie de pruebas en condiciones reales de navegación, se ha demostrado la viabilidad técnica de los contenedores flexibles flotantes. Ante el éxito conseguido, el consorcio de empresas ha solicitado a la Comisión Europea un proyecto de continuación que se denominará 'Reffresh XXL' y cuyo objetivo es desarrollar un contenedor diez veces mayor para explotar este sistema de transporte a escala comercial.