VALÈNCIA 11 May. (EUROPA PRESS) -
El Grup Harca --integrado por los estudiosos Ferran Esquilache, Frederic Aparisi y Vicent Baydal-- ha descubierto que los herederos del famoso cronista medieval Ramon Muntaner (Peralada, 1265-Ibiza, 1336) se habrían instalado en el núcleo de Campanar, en València, durante la primera mitad del siglo XVII y los restos de algunos de estos descendientes estarían enterrados en su iglesia.
Este grupo de medievalistas ha llevado a cabo una serie de interesantes descubrimientos sobre el pasado del barrio valenciano y antiguo pueblo de Campanar en el proceso de preparación de la próxima sesión de 'La Valencia Contada', una serie de jornadas impulsadas por La Rambleta y Cervezas Alhambra que se centran en el pasado, presente y futuro de los diversos distritos de la ciudad.
"Tres son las grandes aportaciones que podemos hacer sobre la historia de Campanar: las hemos descubierto al indagar en la historia del barrio, con los análisis arqueológicos y datos archivísticos que hemos ido trabajando en los últimos meses", explica Vicent Baydal a través de un comunicado.
La primera de ellas es la relativa al topónimo de Campanar. Aunque exista una leyenda urbana que dice que deriva del valenciano 'Camp a anar', es decir, 'ir al campo', o ir a esa zona de la Huerta de València, la realidad es que su origen "es muy diferente y común a otros topónimos análogos".
"Ya hace tiempo que el reconocido filólogo Álvaro Galmés esclareció la cuestión para toda una serie de nombres similares, como Campanario, Campania, Campanet, campanas, Campanitx o Campanilla", comenta Ferran Esquilache. Todos proceden del adjetivo latino 'campanius', derivado del sustantivo 'campus', con el sentido de zona de campos abiertos o de llanura, como en efecto lo era Campanar en época romana, ya que, por el particular trazado del Turia, se producían recurrentes riadas que iban aportando sucesivas capas de sedimentos hasta convertir el área en un gran espacio de llanura aluvial, muy fértil.
Por otra parte, Frederic Aparisi, en base a su trabajo en el Archivo de Protocolos Notariales del Patriarca, explica otro de los hallazgos: "En época romana Campanar era el nombre de toda la zona en general. Después, en época andalusí, se conformó también un poblado concentrado, que no sabemos dónde estaba, pero que aparece en el Llibre del Repartiment, en el momento de la conquista cristiana de 1238. Sin embargo, después, entre los siglos XIII y XV, todo apunta a que el núcleo desapareció y la zona se caracterizaba por tener un poblamiento disperso, con alquerías unifamiliares. En consecuencia, el núcleo histórico de Campanar, que actualmente está en torno a la iglesia parroquial de la Misericordia, no se formó hasta finales del siglo XV o comienzos del XVI".
Detrás de donde ahora se encuentra la iglesia de Campanar, se localizaba la alquería de una notable familia de ciudadanos de Valencia, los Dalmau, que tenían una capilla particular con una imagen de la Virgen de la Misericordia muy popular entre los agricultores del término. En 1507 los Dalmau cedieron la capilla y se construyó un nuevo templo, la iglesia parroquial, en torno a la que durante la época moderna se fueron añadiendo poco a poco casas en los alrededores, como ya apuntó hace unos años la arquitecta Carmen Cárcel García en su tesis doctoral sobre la evolución urbanística de Campanar.
"QUIJOTES VALENCIANOS"
El tercer descubrimiento sobre la historia de Campanar es que Vicent Baydal ha encontrado a los herederos del famoso cronista medieval Ramon Muntaner instalados en el núcleo de Campanar durante la primera mitad del siglo XVII. "De los descendientes de Muntaner se sabía muy poco. Se conocía a su hijo, llamado Macario como consecuencia de sus viajes por Grecia --donde el nombre es muy común--, y a su nieto, Ramon, que vivió en la Valencia del siglo XV, pero nada más".
Ahora el investigador ha encontrado a la sexta generación, los tataranietos del nieto del cronista, al combinar una información de los Anales del Reyno de Valencia de Francisco Diago con la localización del testamento del heredero de los Muntaner, que se habían establecido entonces en Campanar.
Concretamente, Diago indica que en 1613 el descendiente del cronista, "Hyerónimo Montaner, vive hoy en Campanar, cerca de Valencia, y tiene en ella una capitanía de la Milicia efectiva, una situación que treinta años después confirman plenamente las últimas voluntades del citado Jeroni Montaner --como se escribía siguiendo la grafía local--. En ellas se dice que es un caballero, habitante de Campanar, en una casa que daba a la plaza de la Iglesia, y en su inventario postmortem aparece, en efecto, una lanza de capitán de milicia. Pero, más que una vida militar, su testamento indica que se dedicaba sobre todo a la agricultura, con numerosas parcelas de trigo y vid distribuidas por los términos de Campanar, Paterna, Mislata y Quart de Poblet.
A juicio de Baydal, "eran como una especie de Quijotes valencianos: unos caballeros de gran linaje venidos a menos, aunque en este caso mantenían un patrimonio que les permitía vivir como campesinos acomodados".
La "última gran sorpresa" ha sido encontrar que aquellos descendientes de Muntaner están enterrados en la propia iglesia de Campanar. Según explica el testamento de Jeroni, sus hermanos Antonio y Mateo Montaner, caballeros ya difuntos, fueron depositados "en lo vas o sepultura del altar mayor" y él mismo ordenaba que pusieran allí su cuerpo. Por otra parte, como él no había tenido hijos, dejaba toda la herencia, incluyendo las casas y los campos de Campanar, a su sobrino, que también era vecino del lugar y recuperaba parcialmente el nombre de su insigne antepasado, ya que se llamaba Jerónimo Ramon Montaner.
De la historia posterior de este último miembro de la familia, como agricultor y como caballero quijotesco del Campanar del siglo XVII, no se conoce de momento nada más. En cuanto al resto de informaciones aportadas por el Grup Harca, se presentarán con más detalle la próxima semana en su blog y en la mencionada jornada de 'La Valencia Contada'.