VALENCIA 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la empresa valenciana Venalsol han desarrollado un módulo racionalizador de energía para iluminación que permite un incremento del ahorro energético de un 40 por ciento en la iluminación industrial y vial adicional al que ofrece la tecnología de partida --la iluminación por inducción electromagnética-- que ya alcanzaba un ahorro medio del 50 por ciento sobre la iluminación tradicional.
En la actualidad el sistema ha sido patentado y está empezando a ser comercializado, según ha informado la institución académica en un comunicado. La empresa Venalsol está liderada por Jaume Peiró, ingeniero industrial de 34 años por la UPV y por Vicente Pellicer, titulado en Electrónica de 37 años.
"Como empresa queríamos conseguir una tecnología más robusta y fiable que la existente y por eso buscamos el apoyo de la UPV", ha afirmado Vicente Pellicer. Desde la UPV se ha desarrollado el prototipo no comercial en el que se ha basado el producto patentando. Los autores de la invención son los profesores del Campus de Gandia de la UPV, integrados en instituto de investigación IGIC, Tomás Sogorb, José Pelegrí Sebastiá y José Vicente Llario Sanjuan, con el apoyo de Antonio Bou, técnico de apoyo a la investigación y la docencia, todos ellos en el área de las Telecomunicaciones.
Según Pepe Pastor, director del Campus de Gandia de la UPV, la patente desarrollada entre el grupo de investigadores del Campus y los jóvenes emprendedores que lideran la empresa Venalsol es un "ejemplo de los excelentes resultados que puede dar la colaboración universidad-empresa". "En la UPV y en concreto en el Campus de Gandia disponemos de excelentes instalaciones, investigadores y personal de apoyo lo que, unido al empuje emprendedor de nuestros titulados, nos puede convertir en un gran motor de económico y de innovación", ha apuntado.
CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA PATENTADO
Tomás Sogorb ha descrito que el sistema ha sido diseñado para mantener siempre un factor de potencia cercano a 1, es decir, la "máxima eficiencia, tanto cuando está aportando un 100% de luz como cuando está aportando un nivel inferior".
"El módulo se auto-calibra, con lo que se consigue mayor estabilidad y menor vulnerabilidad frente a las bajadas de tensión en los tramos finales de las calles. También se reduce el consumo de energía reactiva, una energía que no se aprovecha, pero que se consume y se paga. En otros sistemas de iluminación, el factor de potencia empeora y el consumo de energía reactiva aumenta cuando a partir de ciertas horas de la madrugada se reduce el nivel de luz para ahorrar energía, algo obligatorio en iluminación vial', ha indicado el investigador.
En el ámbito de la fiabilidad, el investigador de la UPV José Vicente Llario ha subrayado que existen otros mecanismos de control incorporados al sistema, como cierres de contactos y auto-temporizador. "De esta forma pueda adecuarse a sistemas de control horario o de presencia que activen o desactiven el módulo, y por consiguiente se consigue una racionalización del coste energético", ha afirmado Llario.
Según José Pelegrí, "otra ventaja del módulo es que se trata del único sistema de reducción de flujo lumínico que no interfiere mediante micro cortes en la energía que alimenta la lámpara, como ocurre con la dimerización LED, por lo que no se producen parpadeos". Según explica el investigador, esto incide directamente en el confort y cansancio visual.
REUNIÓN CON LA AVEN
Vicente Pellicer, coordinador de I+D+i de Venalsol, explica que la idea de este desarrollo surgió de una reunión con la Agencia Valenciana de la Energía (AVEN), en la que se planteó que los sistemas instalados en las poblaciones debían poder reducir su nivel de luz a partir de ciertas horas y ser compatibles con los actuales sistemas de reducción de flujo en cabecera, implantados en muchos municipios de la Comunidad Valenciana.
"Estudiamos las posibilidades existentes en el mercado y constatamos que todos los sistemas presentaban problemas en cuanto a fiabilidad, eficiencia y otros parámetros; estamos hablando de proyectos que requieren una gran inversión y por tanto deben ser muy robustos, con un nivel bajo de incidencias. De nada sirve ahorrar por un lado, si se incrementan los costes de mantenimiento por otro", explica Vicente Pellicer.
Lla iluminación por inducción electromagnética presenta además otras ventajas: "aporta mayor confort visual gracias a su efecto tricromático ya que, al igual que en un televisor, se emite luz compuesta en tres colores; así consigue una definición más perfecta del entorno, no focaliza y no produce deslumbramiento. Además es muy fiable, como se ha demostrado en instalaciones, algunas de las cuales ya tienen cuatro años de antigüedad", ha relatado Jaume Peiró.
En la actualidad se encuentra en poblaciones como Teresa de Cofrentes, Palma de Gandia, Beniarjó o Almisserat, además de en empresas como la planta de General Motors en Figueruelas, con más de 5000 puntos de luz instalados, o el Ministerio de Economía de Italia.