Valencia es la cuarta provincia de España con más solicitudes de protección internacional para refugiados en 2011

Actualizado: martes, 19 junio 2012 16:15

VALENCIA 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

La provincia de Valencia se ha convertido en la cuarta provincia de España en la que se hicieron más solicitudes de protección internacional para refugiados en 2011, según ha indicado el coordinador de la Comissió d'Ajuda al Refugiat-PV CEAR, Jaume Durá, durante la presentación del décimo informe anual del CEAR con motivo del Día Mundial del Refugiado.

Durá ha explicado que la provincia de Valencia ha demandado un total de 188 solicitudes de protección internacional para refugiados. En estas cifras también se incluyen las procedentes de la provincia de Castellón. Por su parte, la provincia de Alicante pidió un total de 40 de estas solicitudes, por lo que en 2011 en la Comunitat se hicieron 218 peticiones de estas características.

La Comunidad de Madrid es la que más solicitudes ha realizado con un total de 1.366, mientras que la ciudad autónoma de Ceuta es la segunda con 505 y Barcelona la tercera con 239 solicitudes en 2011.

En España, durante el año pasado se hicieron un total de 3.414 solicitudes, "muy lejos de las 42.190 de Francia o las 24.150 de Italia, países vecinos en el Mediterráneo", ha indicado Durá. Las causas para que en España se han demandado estas solicitudes es porque "el Gobierno de España, en lugar de atender al derecho internacional humanitario y proteger a las personas, está aplicando mecanismos para que los refugiados ni siquiera lleguen al Estado español".

Durá ha matizado que "si no llegas a territorio español, no se puede solicitar el asilo". El coordinador ha denunciado las políticas de flujo migratorio en España porque "se impide el acceso al procedimiento de asilo, que es un derecho mundialmente reconocido".

En este sentido ha puesto como ejemplo los polizones que llegan al puerto de Valencia "y de los que apenas tenemos conocimiento en el CEAR". En 2011 llegó a Valencia un buque con bandera egipcia procedente de Argelia y se les informó de que había cuatro polizones a bordo de nacionalidad argelina.

"A pesar de que el tema de los polizones es un punto oscuro dentro del proceso de extranjería y asilo, porque no se les ofrece asistencia jurídica --cuando es obligatoria--, en este caso sí que se les pudo ofrecer" por parte del CEAR, ha manifestado.

Durá ha señalado que los cuatro polizones tuvieron un abogado de oficio. Tres eran menores y la cuarta persona era mayor de edad. "Precisamente, ésta última, reconoció ante el Fiscal de Menores que no quería volver a su país", ha recordado. Durá ha comentado que aquella persona dijo ante fiscal que "había salido de su país porque tenía problemas, que la querían matar y que estaba amenazada de muerte".

Sin embargo, "aquella palabras, que hubieran sido suficientes para acogerse al proceso de asilo, no sirvieron para nada y fue devuelta a su país". El CEAR de Valencia denunció los hechos ante la Delegación del Gobierno y ante el Defensor del Pueblo "y continúa siendo investigado", ha aclarado.

Durá también se ha referido al Centro de Internamiento de Extranjeros (CEI) que hay en Valencia en Zapadores y ha destacado que desde abril de 2011 pueden acceder al centro después de un auto judicial con el objetivo de "poder intentar detectar casos en los que se podría solicitar la protección internacional", ha afirmado.

El año pasado se iniciaron seis procesos de los que dos fueron admitidos a trámite. "En el momento que se admite a trámite se aplica el derecho de no devolución, por lo que no pueden ser expulsados y pasan a un centro de ayuda al refugiado", ha explicado.

MUKTHAR, UNA HISTORIA DE SUPERVIVENCIA

El CEAR de Valencia cuenta con varios casos abiertos de solicitud de protección internacional. Uno de ellos es el del somalí Ahmed Muktar, que tuvo que salir de su país cuando tenía cinco años por la guerra entre etnias y llegar al sur de Arabia junto a su familia.

Una vez allí "donde llegamos sin ninguna documentación tuvimos muchos problemas con la policía". "No podíamos trabajar ni ir al colegio", ha recordado. "La vida allí era difícil porque no había ninguna libertad", ha añadido.

Muktar estuvo en Arabia hasta 2004 cuando fue deportado junto a su familia a Sudán, cuando él era somalí. Después de ocho meses logró pasar a Libia "y allí la vida todavía fue más difícil". "Tuvimos que cruzar parte del desierto y algunas personas murieron por el camino por la falta de agua", ha indicado emocionado.

Una vez en Libia, Muktar ha explicado que "el que tenía dinero pasaba la frontera, y el que no, se quedaba en el desierto sin nada". "Los libios son unos monstruos, no tienen cerebro y nos trataron como a animales", ha apuntado.

Muktar pasó por varias cárceles libias hasta que en 2008 intentó llegar a Italia en barca, pero fue atrapado por la policía y devuelto a una cárcel. La última prisión en la que estuvo fue en Misrata y de allí pasó a Argelia y a Marruecos. En noviembre de 2010 llegó a las costas de Almería, después de cruzar el Mediterráneo en una patera.

Desde el CEAR de Valencia ha solicitado para él la protección internacional subsidiaria que se puede aplicar a todos aquellos casos que no recoge el asilo.