VALENCIA 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Casa Gran de La Pobla de Vallbona (Valencia) exhibe, hasta el próximo 8 de noviembre, la exposición 'Pobles abandonats, pobles en la memòria', del Museu Valencià d'Etnologia de la Diputación de Valencia, según informaron en un comunicado fuentes de la corporación provincial.
'Pobles abandonats, pobles en la memòria' es una muestra itinerante, formada por fotografías, documentos, objetos y testimonios, a través de la cual se puede conocer los principales pueblos y núcleos de población deshabitados del territorio valenciano. En el Centre Cultural La Beneficència de Valencia, sede del Museu Valencià d'Etnologia, recibió más de 6.000 visitas en apenas cuatro meses, y en municipios como Alboraia también tuvo buena acogida, con unos 500 visitantes en menos de 15 días.
Ahora, a partir de una gran muestra fotográfica sobre los pueblos y pedanías abandonados de la Comunitat Valenciana, y con un diseño atractivo y colorista, el departamento de exposiciones itinerantes del Museu Valencià d'Etnologia de la Diputació de València presenta, hasta el 12 de enero, la exposición 'Pobles abandonats, pobles en la memòria', que intenta revivir esos lugares que estuvieron llenos de vida en algún momento y rescatar la memoria borrada por motivos como la despoblación, la construcción de embalses o los fenómenos naturales.
La exposición, comisariada por Agustí Hernández, invita a reflexionar sobre las causas que motivan la desaparición de un hábitat, pero también quiere profundizar y recuperar la historia cotidiana de sus habitantes, protagonistas indiscutibles de la historia de un pueblo.
El diseño de la exposición pretende desarrollar el concepto de pueblo o aldea, con un sistema de cubos modulares distribuidos en la sala de tal manera que se tenga la sensación de pasear por las calles estrechas y tortuosas de un pueblo abandonado.
La muestra consta de ocho módulos en los que se explican los distintos motivos del abandono --emigración rural, construcción de embalses, catástrofes naturales y artificiales, expulsión de los moriscos y construcción de colonias agrícolas e industriales--.
También hay una escenografía que recrea el ambiente de un pueblo que se está abandonando, y 2.200 fotografías. Completan la exposición tres vitrinas y aproximadamente unos 50 objetos de la vida cotidiana de las personas que vivían y trabajaban en estos lugares.
Algunos objetos fueron recuperados de núcleos de población que o bien ya no existen o están en ruinas. Por ejemplo, se puede ver parte de la pared de una vivienda situada en el desaparecido pueblo de Loriguilla viejo --comarca del Camp de Túria--, una bibicleta procedente de Reduela --Ludiente, el Alto Mijares--, o el diario escolar de una persona que emigró de una masía de Llucena --l'Alcalatén--, entre otros.
FOTOGRAFÍAS DE GRAN FORMATO
La parte más extensa de la exposición es la fotográfica. Los ocho módulos están forrados con fotos tanto por dentro como por fuera. Las fotografías más pequeñas son cuadradas, de 50 por 50 centímetros, pero también hay otras de incluso un metro y medio por un metro.
La información gráfica que se ofrece en estos módulos también consta de indicaciones como la evolución de la población en comarcas como Los Serranos o els Ports, o la ubicación de los lugares deshabitados. Además, por distintas ventanas --espacios no utilizados para colocar fotos-- se puede visionar el interior de cada módulo. Allí se encuentran las fotos interiores y los objetos de la vida cotidiana de los núcleos de población deshabitados.
El resto de las fotografías, hasta llegar a las 2.200 que configuran la exposición, se pueden ver en un interactivo en el que, por municipios y comarcas, se accede a información gráfica de cada uno de los núcleos deshabitados. En el conjunto de territorio valenciano hay más de 500 núcleos de población deshabitados.