LOS ANGELES 22 Feb. (Reuters/Ep) -
'Bestias del sur salvaje', aspirante a cuatro Oscar, incluido el de mejor película, mejor director y mejor actriz, es una de las candidatas más atípicas la historia en los principales premios de Hollywood.
Producida con un presupuesto de sólo 1,5 millones de dólares (1,14 millones de euros) por cineastas primerizos que durmieron en una cabaña de pesca con 12 literas durante el rodaje, tiene pocas posibilidades de ganar el Oscar, pero ya ha establecido un nuevo estándar para el cine de bajo coste en una industria que habitualmente gasta 100 veces más en una gran producción.
El largometraje, ambientado en los humedales de Louisiana cerca de Nueva Orleans, retrata el orgullo férreo y la cultura familiar, pero disfuncional, de una comunidad en los márgenes de la sociedad.
Los protagonistas son un padre cabezón y su hija pequeña, interpretada por Quvenzhane Wallis, que ahora tiene nueve años y cuya actuación la convirtió en la nominada a mejor actriz más joven de la historia.
La película fue creada por Benh Zeitlin, un director novel de 30 años que creó su estudio en una pista de 'raquetball' que usó para su tesis en la Universidad de Wesleyan.
"No estoy seguro de supieran lo que estábamos haciendo allí cuando lo montamos para hacer la película", dijo Zeitlin. "Creo que pensaron que sólo estábamos haciendo cortos".
"Es la perfecta combinación de arte y negocio, pero el negocio ha sido mucho mejor por ese precio", dijo el presidente del estudio Fox Jim Gianopulos, cuya unidad Fox Searchlight Pictures distribuye la película en Estados Unidos.
El equipo que creó Zeitlin se convirtió en Core 13 Pictures, cuyo nombre procede de la pista, y se describe en su web como un colectivo de "artistas temerarios y animadores" que trabajan en los proyectos del otro.
Zeitlin también apuntó lejos de la lista habitual de nombre de Hollywood a la hora de elegir el reparto, usando actores noveles, como Wallis y Levy Easterly, que interpreta a su padre.
El equipo cobró el mismo salario que el director, dijo el productor Paul Mezey, y se repartirá los beneficios que tenga la película. Hasta el momento, ha generado 12 millones de dólares en Estados Unidos y aún no es rentable, dijo, ya que hay que descontar el marketing y otros costes de la Fox.