LOS ANGELES 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El director y miembro de los Monty Python, Terry Gilliam, podrá por fin quitarse la espinita de la que no ha podido librarse desde el año 2000: 'El hombre que mató a Don Quijote', su más ambicioso y malogrado proyecto, comenzará próximamente a rodarse en España.
La película es la particular visión del director sobre el caballero de La Mancha. En ella, un ejecutivo londinense (Tony Grisoni) viaja al siglo XVII y a España, donde Don Quijote lo confunde con su Sancho Panza particular.
No obstante, mucho ha llovido desde que 'El hombre que mató a Don Quijote' iniciase su andadura y desde entonces, la película ha sufrido grandes cambios. El más importante es que el papel del ejecutivo Tony Grisoni, en su día ocupado por Johnny Deep, será desempeñado ahora por el actor Colin Farrell.
El actor irlandés tomará el relevo de Deep después de que éste haya tenido que descabalgarse del proyecto por compromisos laborales. En concreto, la nueva entrega de la saga 'Piratas del Caribe'.
Tampoco estarán en esta nueva intentona Jean Rochefort ni Vanesa Paradise, por lo que el de Farrell es el único fichaje seguro. De momento no se han barajado nombres para los roles de Don Quijote y Dulcinea, pero Gilliam ha reconocido que para el de Dulcinea le gustaría alguien como Penélope Cruz en sus primeros años.
Quien sí se ha ofrecido para interpretar a la dama del Toboso ha sido la actriz Rossy de Palma quien, si bien no será quien finalmente la encarne, sí tendrá un hueco en el largometraje.
EL ACCIDENTADO RODAJE
Hace 9 años el director se vio obligado a renunciar al proyecto por una serie de catástrofes que dieron al traste con su trabajo. "Era como un castigo por todo lo malo que he hecho en mi vida", ha comentado recientemente Gilliam.
Y no le falta razón pues lo que ocurrió bien podría constituir una película por sí solo. Empezando por la paralización el segundo día de rodaje después de una terrible inundación y acabando por los más variopintos fallos técnicos.
El presupuesto inicial que era de unos 40 millones acabó reducido a 32. A esto se sumó el descubrimiento de que junto al lugar elegido para rodar había un campo de tiro para aviones de la OTAN que imposibilitaba filmar con sonido directo o el que la inundación hubiese destrozado todos los decorados.
Aunque lo peor de todo fue seguramente que Don Quijote (Jean Rochefort) acabó el quinto día de rodaje de camino a un hospital de Francia donde le operaron de una doble hernia, lo que no le permitía montar a caballo.
Ni Deep ni Vanesa Paradis (que interpretaba a Dulcinea) podían esperar a que su compañero se recuperara debido a otros trabajos con los que tenían que cumplir, lo que provocó que la película perdiese su financiación.
Después de esto, es lógico que el director de 'El doctor Parmassus' acabase tirando la toalla. Afortunadamente Gilliam ha decidido retomar lo que dejó y pronto veremos en la gran pantalla al 'caballero de la triste figura'.