MADRID, 3 May. (EDIZIONES) -
Hoy se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Un reconocimiento que nació hace 23 años, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidos (a iniciativa de la UNESCO) declaró el 3 de mayo de 1993 como un día señalado para reivindicar los derechos de los periodistas de todo el mundo.
Sin embargo, no solo los reporteros se dedican al noble oficio del periodismo. También el mundo del cine se ha introducido en este territorio con varias cintas. Algunas duras como Network o Ciudadano Kane. Otras más ligeras como Al filo de la noticia o Historias de la radio. En cualquier caso, todas ellas han mostrado las entrañas de la prensa. Las repasamos en orden cronológico.
CIUDADANO KANE (1941)
Considerada como una de las grandes obras maestras del cine pese a los coléricos intentos de William Randolph Hearst. Este largometraje dirigido y protagonizado por Orson Welles narra a través de flashbacks la vida de un magnate de la prensa, el mismo Charles Foster Kane que da nombre a la película.
El innovador lenguaje cinematográfico y su chocante estructura narrativa retrata el oficio desde dos puntos de vista: el de Kane y el del periodista que investiga sus últimas palabras.
EL GRAN CARNAVAL (1951)
Charles Tatum (Kirk Douglas) es un periodista sin escrúpulos que trabaja en un diario local de Nuevo México. Bajo la dirección de Billy Wilder, la historia muestra la lucha del protagonista por volver a trabajar en Nueva York. Para lograr su objetivo aprovecha el sufrimiento de un minero atrapado en un accidente para convertir un hecho menor en un verdadero acontecimiento mediático.
HISTORIAS DE LA RADIO (1955)
Un clásico del cine español que narra pequeñas historias enmarcadas en un concurso radiofónico. Una muestra sutil de aquella España y de la importancia de la radio como medio de comunicación convencional, el primero masivo.
PRIMERA PLANA (1974)
Otra cinta de Billy Wilder. En este caso, una comedia satírica ambientada en los años 20 y basada en la obra de teatro homónima de Ben Hecht y Charles MacArthur. Austin Pendleton encarna a Earl Williams, un preso juzgado por asesinato que espera su ejecución. Asimismo, la prensa también aguarda a ver si el Tribunal Supremo le indulta o lo ejecuta.
Jack Lemmon también da vida a Hildy Johnson, un redactor del Chicago Examiner que va a casarse con Peggy, una joven pianista interpretada por Susan Sarandon. Por último, el jefe de Hildy (Walter Matthau) hará lo imposible para que el protagonista cubra la ejecución del reo, hasta sabotear su boda.
EL HONOR PERDIDO DE KATHARINA BLUM (1975)
El cineasta alemán Volker Schlöndorff adaptó la novela de Heinrich Böllde para narrar la tragedia Katharina Blum: Una joven que tras pasar una noche con un supuesto terrorista, se convierte en víctima de la prensa y su sensacionalismo. Un viaje a los infiernos.
TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE (1976)
Un filme que narra el proceso de investigación de Bob Woodward y Carl Bernstein, dos periodistas del Washington Post, que destaparon el conocido Caso Watergate que provocó la dimisión del presidente Richard Nixon. Bajo la dirección de Alan J. Pakula (El informe pelícano) y protagonizada por Dustin Hoffman y Robert Redford, esta cinta ya se ha convertido en historia viva del cine.
NETWORK (UN MUNDO IMPLACABLE) (1976)
Sidney Lumet anañizó en Network, la espeluznante influencia de la televisión en la opinión pública y la esclavitud de la información a los resultados de la audiencia.
Howard Beale (Peter Finch) es un curtido presentador de informativo despedido tras perder algunos espectadores. Antes de abandonar su trabajo, anuncia en directo que se suicidará delante de la cámaras, lo que provocará una gran expectación y hará subir su audiencia como la espuma.
AL FILO DE LA NOTICIA (1987)
James L. Brooks dirigió Al filo de la noticia, una comedia dramática mucho anterior a Mejor... imposible. En ella narra la vida de tres periodistas de televisión cuyas vidas personales chocan estrepitosamente con sus vidas profesionales.
TESIS (1996)
Alejandro Amenábar irrumpió en el mundo del cine con una mordaz crítica sobre el uso de la violencia en los medios. En Tesis, Ana Torrent es Ángela, una estudiante de Comunicación Audiovisual embarcada en una tesis sobre la violencia audiovisual.
Su director le promete ofrecerle un material tan violento que nunca ha llegado a los medios de comunicación, pero antes de dárselo es encontrado muerto en la facultad.
EL DILEMA (1999)
Antes del estreno de la ya citada Buenas noches, y buena suerte, Michael Mann contó una escalofriante historia. Al Pacino interpreta a Lowell Bergman, el productor de un programa de una hora de duración que con la ayuda de sus fuentes y el científico Jeffrey Wigand (Russell Crowe), destapa cómo las compañías de tabaco utilizan sustancias tóxicas que provocan más adicción de lo normal.
VERONICA GUERIN (2003)
Basada en hechos reales, narra la vida de Veronica Guerin, una periodista irlandesa fue asesinada por dos encapuchados durante la investigación del narcotráfico de su país. El personaje de Cate Blanchett, muestra el riesgo de ejercer el derecho a la información.
BUENAS NOCHES, Y BUENA SUERTE (2005)
La segunda película con George Clooney, en la dirección. El concienciado actor llevó a la gran pantalla el enfrentamiento entre el presentador de la CBS Edward R. Murrow y el senador McCarthy debido a su política anticomunista. Este episodio fue un importante punto de inflexión que ayudó a poner final a la "caza de brujas" del senador.
ZODIAC (2007)
Esta cinta de David Fincher, nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2007, ahonda las investigaciones de dos detectives y otros dos periodistas del San Francisco Chronicle (Jake Gyllenhaal y Robert Downey Jr). Buscaban al "Asesino del Zodiaco", un delincuente que azotó San Francisco entre 1966 y 1978.
NIGHTCRAWLER (2014)
Dan Gilroy dirigió la gran sorpresa de 2014. Nightcrawler relata la vida de Lou Bloom (Jake Gyllenhaal), un joven parado que tras ser testigo de un accidente se convierte en periodista autónomo. Así grabará escenas de crímenes y accidentes de la forma más explícita posible. Una oscura crítica a la sociedad de la comunicación que pone de manifiesto la preponderancia de la espectacularidad frente a la información.