MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS)
Un fan de Tolkien se ha atrevido a hacer lo que Peter Jackson, cegado por el oro de la taquilla, no se atrevio a hacer: dejar el libro de El Hobbit en una sola película. Eso sí, se trata de una megapelícula de casi de cuatro horas y media.
El autor de esta obra se hace llamar 'Tolkien Editor' y ha lanzado El Hobbit: El montaje de Tolkien, que recorta en la mitad las más de ocho horas de películas con las que Peter Jackson había estirado hasta más no poder el chicle de la precuela de El Señor de los Anillos.
El montaje tiene un metraje de cuatro horas y 21 minutos de duración y su autor explica en su blog las razones que le llevaron a ponerse manos a la obra y realizar la ardua tarea de sintetizar la verborrea cinematográfica de Peter Jackson.
RECORTES FUNDAMENTADOS
Marchas interminables, tramas secundarias que no vienen a cuento y el hecho de que el personaje de Bilbo, protagonista del libro de Tolkien, viese reducido su peso significativamente en la segunda y especialmente en la tercera película son algunas de las razones que llevaron a realizar su propio montaje e, invocando el espíritu de la Tolkien, reunir fragmentos de Un viaje inesperado, La desolación de Smaug y La batalla de los cinco ejéricctos en una única película.
Además, el autor especifica y justifica los cortes y los descartes que realizado para dejar la trilogía en una única película:
- La trama de Dol Guldur ha sido completamente eliminada, incluyendo las apariciones de Radagast, Saruman y Galadriel. Este fue, explica el autor, el corte más obvio y el más fácil de llevar a cabo ya que es irrelevante para la trama principal. En este montaje, al igual que la novela, Gandalf desaparece abruptamente en las fronteras del Bosque Negro, y luego vuelve a aparecer en el sitio de la Montaña Solitaria, para avisar que se aproxima un ejército orco.
- El triángulo amoroso entre Tauriel Legolas y el enano Kili. Esta peculiar y forzada historia de amor entre la elfa y el enano también se ha eliminado. De hecho, Tauriel no aparece en la película y Legolas sólo cuenta con un breve cameo durante el arresto de los enanos en El Bosque Negro.
- La trama sobre los orcos. Azog, obviamente, sigue liderando el ataque a la Montaña Solitaria en el final, pero no aparece en la película hasta después que la compañía se escapa de los túneles de los trasgos (lo que sugiere que la muerte del Gran Trasgo es un factor en su venganza, ya que era en la novela).
- Las escenas de Esgaroth, La Ciudad del Lago. Muchas de estas secuencias han sido recortadas como el encarcelamiento de Bardo y el accesorio ataque de los ocros a su casa.
- El prólogo con el viejo Bilbo. Al igual que en la novela, el autor del nuevo montaje cree que la película funciona mejor si arranca directamente en el pequeño agujero de Bilbo, con él joven, y ver como se va haciendo más grande e importante a medida que va viviendo aventuras. Además, destaca, es mucho más elegante conocer Smaug desde inolvidable balada de los enanos, en lugar de a través de una grandilocuente secuencia de CGI grandilocuente.
- Varias de las escaramuzas con orcos. La Batalla de los Cinco Ejércitos proporciona más que suficiente guerra con los orcos, así que trufar todo lo anterior de batallas y más batallas con los orcos daría sensación de monotonía y saturación de cara al gran final. Hay cortes significativos tanto en los primeros enfrentamientos como también al final de la primera película, cuando Biblo, Thorin, Gandalf y la tropa de enanos son salvados por las águilas.
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PASAJES INALTERADOS
Además, el montaje ha hecho más directas y crudas algunas escenas de acción como el descenso por el río en los barriles o la lucha entre Smaug y los enanos e incluso algunos pasajes de la Batalla de los Cinco Ejércitos.
Eso sí, hay pasajes filmados magistralmente por Jackson que este montaje alternativo fanmade no ha querido tocar. Es el caso del encuentro entre Bilbo y Gollum y su juego de acertijos, la batalla contra las arañas en el Bosque Negro o la conversación de Bilbo con Smaug. Pasajes que no se manipularon porque, afirma el autor, demostraron ser excelentes adaptaciones en gran parte debido al gran trabajo de Martin Freeman.
¿Recogerá el guante Peter Jackson y se meterá en la sala de montaje para demostrar que -aunque no quisiera hacer gala de ella- él también goza de capacidad de síntesis? Parece poco probable.
En todo caso, lo que nadie le puede quitar al cineasta neozelandés son los tres taquillazos que ha conseguido con sus tres películas de El Hobbit. La primera -Un viaje inesperado- amasó más de mil millones de dólares, la segunda -La desolación de Smaug- recaudó 960 millones de dólares y la tercera -La Batalla de los Cinco Ejércitos- ya ha superado los 800 millones de dólares.