El director Lars von Trier en la Berlinale 2014 - REUTERS
BERLÍN, 9 feb (Reuters)
Dos películas en polos opuestos, una mirada alemana a la vida torturada de una adolescente en una familia estrictamente católica y la controvertida cinta del director Lars von Trier "Nymphomaniac", fueron las notas destacadas de la cuarta jornada del Festival de Cine de Berlín.
El filme de Von Trier con Charlotte Gainsbourg y una prolongada lista de miembros destacados del mundo del cine como sus acompañantes sexuales provocó largas filas en los cines el domingo, pese a que se exhibe fuera de concurso.
El emparejamiento de la erótica obra del danés con la cinta alemana "Kreuzweg" ("Vía crucis"), sobre una familia católica que cría a su hija en un estricto entorno religioso, generó una inusual unión, pero fue del gusto de su director Dietrich Bruggemann.
"Nuestra religión es el cine y esta es la catedral y es lo que hacemos el domingo. Primero vas a la iglesia y luego te diviertes un poco", dijo Bruggemann en una conferencia de prensa tras la proyección.
Pero la diversión no es precisamente lo que define al filme de Bruggemann, que muestra a una guapa y encantadora joven cayendo en el odio a sí misma, la inseguridad y finalmente la anorexia en una familia alemana profundamente religiosa.
Se encuentra dividida entre las enseñanzas de un cura, interpretado por Florian Stetter, que enseña en catequesis a los adolescentes que la música rock y soul son instrumentos de Satán y que "la impureza es el principal pecado de nuestro tiempo", y las atenciones de un muchacho que la invita a un coro en una parroquia más liberal.
Maria, interpretada por la debutante Lea van Acken, se siente atraída por el chico, pero también cree que la música puede ayudar a su hermano autista, que no habla desde los cuatro años, para salir de su aislamiento.
Su fanática madre, interpretada por Franziska Weiss, se lo prohíbe, incluso cuando la mayoría de la música es de Bach, porque parte es soul y gospel.
El enfrentamiento entre Maria, aislada en el colegio por sus extremas opiniones religiosas, y su dominante madre crece, con unas devastadoras consecuencias.
Bruggemann dijo que él y su hermana Anna, autores del guión, fueron educados como católicos y, aunque su familia no era radical, conoció que había versiones extremas, no sólo en Alemania sino en todas partes.
El filme sigue el vía crucis, con Maria en el papel de un Jesús femenino, y durante gran parte la cámara está quieta en cada escena, con largas actuaciones de los actores.
La película es una de las cuatro alemanas entre las 20 que compiten por la mejor película, que se conocerá el sábado.