MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El nombre de Steve McQueen ya suena en las primeras quinielas de los Oscar de Hollywood y el motivo es '12 años de esclavitud', un largometraje basado en la historia real de Salomon Northup que, de momento, ha conseguido el Premio al Mejor Director del año que entrega el Círculo de Críticos de Nueva York.
Protagonizada por Chiwetel Ejiofor, el ya habitual Michael Fassbender y Brad Pitt, la cinta narra la historia de Morthup, un hombre negro libre que es engañado y vendido como esclavo en la primera parte del siglo XIX.
Con tan solo tres películas en su filmografía ('Hunger, 'Shame' y la que ahora presenta), el cineasta ha logrado capturar en la pantalla tópicos que, en sus manos, llegan al espectador de manera natural. Ese es el caso de esta película, con la que su director tenía un objetivo principal, según ha indicado este lunes en declaraciones a Europa Press: "Sacar la narrativa y conseguir que público realmente la sintiera, que se convirtiera en Salomon".
McQueen llegó a esta historia, publicada por primera vez en 1853, mientras buscaba un enlace con el terror de la esclavitud. Su mujer, historiadora, le recomendó investigar entre la documentación, en lugar de recurrir a la ficción, y lo que el director encontró fue "una revelación".
"Me di cuenta de que realmente no sabía lo que era la esclavitud. Este libro es muy fuerte, agarra mucho al lector. Cuando lo terminé me sentí muy mal por no haberlo conocido antes. Sin embargo, me di cuenta de que nadie de mi entorno sabía nada de él", cuenta McQueen.
Por ello, a partir de ese momento contar esta historia se convirtió en su "pasión". "Este libro es el equivalente al 'Diario de Anna Frank', pero para América", ha destacado.
McQueen, descendiente de habitantes de Grenada, donde aproximadamente el 80 por ciento de la población procede de esclavos africanos, quiso hablar de manera realista en esta película y, según destaca, en la vida real "todo el mundo hace lo mejor para sobrevivir, y punto". "Imagino que mis antepasados debieron de hacer lo que tuvieron que hacer para sobrevivir", añade el cineasta.
En el lugar de Salomon, cree que él mismo no habría hecho nada distinto. "No tienes elección, estás atado de pies y manos, en un medio en el que no puedes escaparte, habría hecho lo mismo: lo primero intentar comunicarme con mi familia".
Actores como Buster Keaton sirvieron de gran inspiración para McQueen, quien decidió prescindir de una voz en off y lograr que el personaje protagonista hiciera "reconocible en su rostro lo que estaba ocurriendo internamente". "El público es inteligente, sabe leer las caras", añade.
Por ello, director y actor trabajaron mucho sobre los ojos, su mirada, e incluso los detalles más mínimos del lenguaje corporal: su manera de caminar debía ser distinta a la de un esclavo del sur. "Personajes como el de Fassbender lo ven, lo saben y se sienten amenazados por ello", apunta.
Preguntado por Mandela, McQueen ha destacado que era un hombre que "tenía compasión y determinación" y era alguien "brillaba por su humanidad". "Él logró sobrevivir a todo pensando en su dignidad y en su amor a su familia", concluye.