MADRID 19 Abr. (EUROPA PRESS -Israel Arias) -
Al fin llega a los cines españoles La caza, un directo y perturbador retrato de la naturaleza humana protagonizado por un grandioso Mads Mikkelsen que refleja de forma certera los miedos, bajezas y pulsiones propias de nuestra condición.
Rescatada de unos papeles que un psicólogo le dio hace casi una década, la historia de la última cinta del Thomas Vinterberg (Submarino, Celebración) nos lleva hasta un pequeño pueblo danés donde vive Lucas (Mikkelsen), un cuarentón que trabaja en un parvulario y que, tras un divorcio poco amistoso, intenta rehacer su vida.
Cuando las cosas comenzaban a irle mejor, consigue que su hijo regrese a vivir con él y conoce a una nueva mujer, un comentario de una de las niñas de las que se ocupa -la hija su mejor amigo- hará que toda su vida se venga abajo.
Una frase inoportuna pronunciada de forma inocente transforma de la noche a la mañana en un monstruo a quien era un miembro querido y respetado de su comunidad. Un hombre que queda totalmente indefenso ante el torrente de odio y violencia que desatan sus vecinos y amigos.
Sin estridencias y con extremo realismo, la cinta nos sumerge poco a poco en esta caza de brujas para que atónitos -y por momentos enrabietados- asistamos a una desgarradora e injusta cacería que además, y para dejarnos peor cuerpo, el director ambienta en la época navideña.
Vinterberg logra un gélido, oscuro y complejo relato sobre el puritarismo, la conciencia y la histeria colectiva con esta lapidación pública justificada por la (presunta) comisión de uno de los delitos más atroces que puede concebir la mente humana.
EL ANIMAL MIKKELSEN
En esta contundente estampa de la injusticia, el buen hacer tras la cámara de Vinterberg, y el sólido guión que firma el propio director junto a Tobias Lindholm, comparten mérito a partes iguales con su protagonista: Mads Mikkelsen.
El rostro del nuevo Hannibal de pequeña pantalla alcanzó cierta popularidad para el gran público con sus papeles de villano imperturbable (Casino Royale, Los tres mosqueteros), aunque su mayor nivel lo alcanzó con su bestial trabajo en la interesante y excesiva Valhalla Rising. Su brutal vikingo en la cinta de Winding Refn era su mejor trabajo... hasta la fecha.
Y es que en La caza Mikkelsen, ganador en Cannes, roza el sobresaliente con su contenido y compacto retrato de un profesor que, primero con la calma que da la incredulidad y después con la rabia de quien se ve indefenso ante el linchamiento, ve como su universo se viene abajo. Un tránsito difícil pero que Mikkelsen solventa sin fisuras.
Su impoluta interpretación se ve perfectamente arropada por un reparto en el que destaca el gran trabajo de Annika Wedderkopp, la niña en cuestión, y de un tremendo Thomas Bo Larsen, que da vida a Theo, el padre pero también el mejor amigo del profesor vilipendiado.
Una fotografía notable y unos exteriores que contribuyen decisivamente a inmersión del espectador en la historia, son otras de las muchas fortalezas de este incómodo relato de cómo la enfurecida masa puede autoproclamarse juez y verdugo para ajusticiar a un inocente sin ningún tipo de miramientos. No lo olvidemos que antes de convertirse en un ejemplo de desarrollo y corrección ciudadana para el resto de la vieja Europa, estos gélidos nórdicos fueron vikingos.