MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS - Israel Arias) -
Bruce Willis y Joseph Gordon-Levitt protagonizan 'Looper', un thriller futurista sobre viajes en el tiempo que clausuró con muy buena acogida el Festival de Sitges y que este fin de semana llega a las salas españolas.
La de 'Looper' es una de tantas ideas que fue concebida como un corto. Su director y guionista, Rian Johnson, esbozó la historia en una cuartilla mientras intentaba sacar adelante su opera prima ('Brick') y tras meses dándole vueltas -escribir sus guiones le lleva por regla general más de un año- la convirtió en un largometraje. Y ese empecinamiento es algo que nunca le agradeceremos lo suficiente.
La historia nos ubica en el año 2072, allí los asesinatos están perseguidos de forma infalible por la justicia y los viajes en el tiempo terminantemente prohibidos. ¿Qué hace la mafia cuando quiere eliminar un objetivo? Lo envía tres décadas atrás en el tiempo para que allí lo despachen y su existencia se esfume en el presente. Un doble delito que no deja rastro.
Ellos, los que ejecutan a sangre fría a los sentenciados en el futuro, son los Loopers, asesinos adinerados en un mundo en el que impera la miseria. Pero ser uno de estos sicarios tiene su precio, y es alto. No hay dejar cabos sueltos y, tarde o temprano, todo looper tiene que acabar con su yo del futuro. Es entonces cuando recibe una mareante cantidad de oro y se retira a disfrutar de la vida... esperando ser aniquilado por sí mismo.
Uno de estos asesinos a sueldo es Joe (Gordon-Levitt) que también recibe el desagradable encargo de matar a su versión ajada. Pero da la casualidad de que su yo del futuro es bastante combativo -hablamos nada más y nada menos que de Bruce Willis- y cuando se planta ante él no se dejará "loopear" tan fácilmente.
Y poco más debemos decir de la historia, salvo alabar hasta el cansancio la forma clara y diáfana -pero no simplona- con la que de Rian Johnson afronta el manido subgénero de los viajes en el tiempo. Con el primer 'Terminator' como referente, 'Looper' demuestra que entre 'Regreso al futuro' y 'Primer' hay un término medio.
Es en él, para disfrute del espectador, donde se instala Johnson que no cae en la tentación de rizar el rizo y enmarañarse en su idea inicial. Por suerte, prefiere dejar respirar a la historia y a sus personajes, que avancen en el atractivo escenario que ha creado para ellos.
Ese eficaz guión es la piedra angular de todo el entramado de Looper. Un pilar de sólida roca que se recubre con una notable dirección, unos efectos especiales sin alardes pero técnicamente impecables -que encajan a la perfección con el tono sobrio del filme- y un brillante reparto.
Bruce Willis -eficiente como pocos- hace lo que sabe y cumple sobrado, mientras que su yo joven, un Gordon-Levitt caracterizado para la ocasión, tiene cada vez más poso de ese gran actor que apunta llegará a ser. El protagonista de dos caras está perfectamente flanqueado por las chicas, Emily Blunt y Piper Perabo, por el malo, Jeff Daniels, y por un Paul Dano tan breve como intenso.
Todas estas virtudes, y otras muchas que por ineptitud o por desidia se nos escapan, hacen de 'Looper' un volantazo seco, tan certero como un tiro a bocajarro. Un thriller de ciencia ficción que resulta mucho más interesante de lo que viene siendo habitual en el género.