Foto: DISNEY
MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS - Israel Arias)
Si volvió Rambo, volvió Indiana Jones y también regresó Superman... ¿Por qué no lo iban a hacer ellos? Gustavo, la Señorita Peggy, Fozzie, Animal, Gonzo... la pandilla al completo regresa en Los Muppets. Aunque para nosotros siempre serán Los Teleñecos.
En su nueva aventura cinematográfica, a las marionetas más famosas de la pequeña y gran pantalla les acompañan Jason Segel y Amy Adams. Ella saca todo el partido posible a su cándida apariencia y a él se le nota que siempre quiso ser un personaje de fieltro. Entre ellos está en su salsa.
Del otro lado, del de los malos malosos, tenemos Chris Cooper, que da vida al magnate petrolero Tex Richman que quiere hacerse con el mítico teatro de los Muppets para derribarlo y extraer el petróleo que hay en sus profundidades. Para impedirlo, tienen que recaudar 10 millones de dólares en un tiempo récord.
En este empeño los Muppets no estarán solos. Cuentan con la ayuda de Gary (Segel), su novia Mary (Adams) y, especialmente, de su hermano Walter, el fan número uno de los Teleñecos y el verdadero promotor de la reunión de la vieja pandilla. Reclutar a todos los componentes del exitoso show de antaño y preparar un nuevo programa para conseguir el dinero sirven de excusa para dar a conocer a los más jóvenes espectadores la inmensa gloria de la que antaño gozaron Gustavo y los suyos y que les convirtió en referente para varias generaciones.
Y de paso, es también un magnifico pretexto para dar rienda suelta a la mirada nostálgica de los más mayores. Mirada que, es de agradecer, no va en busca de la lágrima fácil, sino de la sonrisa. Ellos mismos se ríen de lo que fueron, de lo que son ahora y del lugar que les correspondería en la televisión actual. Y lo hacen con un punto de crítica que podría haber sido un poquito más ácida y mordaz. Pero no es su estilo, ellos son gente entrañable y abrazable. Sin mala uva.
Todo funciona de forma efectiva en la simpática cinta que dirige James Bobin. Solo un pequeño gran reproche: la poca cancha que le dan a Animal. Y a pesar de eso protagoniza junto a Jack Black el momento más gracioso de la película. Era -y es- mi favorito... qué quieren le haga.