Foto: FILMDISTRICT/BOLD FILMS
MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS - Israel Arias)
Como cada año, el primer encontronazo con los votos de los académicos de Hollywood deja alegrías, sorpresas y alguna que otra decepción. En este último saco es en el que han caído títulos de enjundia como Las aventuras de Tintín, Drive, Shame o Melancolía, que han sido prácticamente ninguneadas en las nominaciones a los Oscar.
El caso más flagrante -o al menos el que a un servidor más le duele en su corazoncito cinéfilo- es el de Drive. La única nominación en la categoría técnica de sonido suena a una suerte de burla por parte de los señores académicos hacia el magnífico híbrido alumbrado por Nicolas Winding Refn.
Fuera de las nueve nominadas a mejor película (¿Qué hubiera costado completar la decena y hacer felices a los fans del conductor de la cazadora plateada y el palillo que poblamos este mundo?) y con Winding Refn también fuera de los cinco candidatos a mejor director -esta categoría este año sí se vendía cara- quedaba la esperanza de ver como se reconocía el notable trabajo de Ryan Gosling o de un magistral Albert Brooks.
Ni eso. Gosling se ha quedado sin nominación -tampoco por los Idus de marzo- y a Brooks le han sacado de los candidatos en favor de nombres como Jonah Hill (Moneyball: Rompiendo las reglas) y veteranos como Nick Nolte (Warrior) o Max Von Sydow (Tan fuerte, tan cerca). Ya no hay quien le discuta el premio a Christopher Plummer por Beginners (Principiantes).
¿DÓNDE ESTÁ FASSBENDER?
Algo parecido se podría decir de Shame, la cinta que trata un tema incómodo como es la adicción al sexo, que se ha ido de vacío. A estas alturas sería bastante simplón pensar que precisamente su temática es lo que ha lastrado a la cinta de Steve McQueen -si hacemos caso de los comentarios de Clooney no era eso lo que lastraba la narración-.
En todo caso, Michael Fassbender estaba en casi todas las quinielas, pero finamente se ha quedado fuera. Carey Mulligan, magnifica tanto en una (Drive), como en otra (Shame), también se va de vacío.
Otra que no tiene ni una nominación que llevarse a la boca es Melancolía. Aunque bien es cierto que lo de la cinta apocalíptica de Lars Von Trier se veía venir. Y no es por lo de sus gracietas sobre Hitler en Cannes. No sean malpensados. Simplemente no estaba muy presente en esas dichosas quinielas.
EN HOLLYWOOD NO SABEN QUIÉN ES TINTÍN
Aunque, sin duda alguna la gran sorpresa de la lista de nominaciones ha sido la ausencia del Tintín de Spielberg entre las finalistas al mejor filme de animación. Más si tenemos en cuenta que hace un par de semanas se alzó con el Globo de Oro en esta misma categoría. Mucha antesala pero...
La cinta del antaño Rey Midas de Hollywood partía como la gran favorita y se ha quedado fuera del quinteto que forman Chico y Rita, Kung Fu Panda 2, El gato con botas, Rango y Un gato en París. Ahora, con Tintín fuera de combate, e incluso con ella dentro de los elegidos, solo nos queda desearle toda la suerte del mundo a la película de Fernando Trueba y Javier Mariscal.
Y ahora un par de datos: Transformers 3 tiene el triple de nominaciones que Drive y Tintín. Harry Potter le saca tres nominaciones a Shame y Melancolía y tiene las mismas que El Topo y El árbol de la vida. Si no fuera porque en esto de los Oscars las cifras son una gran mentira... ¿no sería para hacérselo mirar?