BARCELONA 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La restauración del 'Retrato de la madre del artista' de Pablo Picasso ha puesto al descubierto el dibujo 'Personaje con pipa', situado en el reverso de la obra y boca a abajo, inédito, sin inventariar y del que los investigadores están confirmando la autoría, posiblemente del artista malagueño, según ha explicado la jefa del departamento de conservación del Museo Picasso de Barcelona, Reyes Jiménez.
Este dibujo apareció en el reverso del retrato durante la restauración, y, como punto de partida, los conservadores se basan en el examen comparativo con el 'Busto de caballero del siglo XIX', un dibujo perteneciente a la colección del museo que permite considerar que este dibujo correspondería a un ejercicio de formación: "No se sabe la autoría, está en fase de estudio por sus similitudes".
"Técnicamente esta obra es muy parecida al retrato, en cuanto a tipo de papel e interpretación del claroscuro", ha señalado Jiménez, que ha explicado que 'Retrato de la madre del artista' es del 1896.
El dibujo del reverso fue ejecutado con anterioridad y desestimado antes de que el artista llevara a cabo el retrato de su madre, siendo ésta la única certeza sobre el nuevo dibujo, ha señalado la representante de la pinacoteca.
"El dibujo de la pipa ya estaba cuando Picasso dibujó a su madre, a partir de aquí estamos investigando la autoría", ha concretado Jiménez, quien ha aclarado que el dibujo no podrá verse en la colección permanente.
Una de las conclusiones de este hallazgo es que la formación del artista en el siglo XIX se fundamentaba en el dibujo, principalmente a través de la copia de obras grecorromanas, así como de personajes contemporáneos, ha explicado.
Jiménez ha explicado que Picasso donó en 1970 su colección al museo, y no fue inventariada por éste --al estar pegada en el reverso--, ni documentada, y ahora se encuentra "en fase de estudio" a partir de las similitudes mencionadas.
OBRA EMBLEMÁTICA
Por otra parte, la restauración de 'Retrato de la madre del artista' (1896) permitirá al museo exponer en su colección permanente esta obra hecha en pastel, una de las más emblemáticas del periodo de juventud de Picasso, que forma parte del fondo del museo y que se encontraba en un pésimo estado estético y una "grave deformación" al encontrarse pegada a un cartón que la tensionaba.
La intervención, de tres meses de duración, ha consistido en la retirada de los elementos de distorsión y la reconstrucción de los bordes de la obra, cuya fijación había provocado a lo largo del tiempo unas tensiones estructurales que se manifestaron de forma progresiva y que a la larga habrían afectado negativamente a la obra.
Esta intervención se expondrá en el también restaurado Salón Neoclásico del Palacio Baró de Castellet, datado entre finales del siglo XIX y uno de los pocos ejemplos conservados en Barcelona de arquitectura interior neoclásica.