MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las hijas de Robert Doisneau, el fotógrafo que retrató a la famosa pareja besándose frente al hotel de Ville, traen a la Fundación Canal un centenar de instantáneas de su padre bajo el título de 'La belleza de lo cotidiano', exposición que estará desde este jueves 6 de octubre hasta el 8 de enero de 2017.
Precisamente, una de sus hijas, Annette, ha explicado en la presentación de esta muestra que a su padre "no le gustaba demasiado" esa foto de la pareja tan conocida y que, más adelante, le causó problemas por derechos de imagen. "La verdad es que estamos un poco hartitos de ella", ha comentado con humor.
'El beso del Hotel de Ville' está presente en la exposición, pero lo cierto es que el juicio al que se enfrentó el autor le supuso "un disgusto tremendo" y unos últimos años de "tristeza y depresión".
La revista 'Life' encargó tras la II Guerra Mundial a Doisneu un trabajo sobre el amor en París, aunque con la advertencia de que "tuviera cuidado" por posibles futuras reclamaciones de derechos.
Para cubrirse las espaldas, el fotógrafo contrató a una pareja de modelos --algo que solo se supo más tarde--, Françoise Bornet y Jacques Carteaud. Años más tarde, Bornet decidió reclamar sus derechos de imagen y llevó a juicio a Doisneau, quien contó con el apoyo como testigo de Carteaud.
En cualquier caso, la muestra cuenta también con otras imágenes famosas del autor, como una de la serie que le hizo a Picasso, bajo el título de 'Los panes de Picasso'. "Mi padre fotografió a mucha gente famosa, pero de Picasso decía que era verdaderamente un modelo, fue una de las mejores series aunque no estuvo mucho tiempo con él", ha aseverado.
'La belleza de lo cotidiano' recorre 45 años de trabajos de Doisneau dividiendo la muestra en dos partes. La primera son 80 copias de epoca en blanco y negro con imágenes de personas pasando por delante de un local llamado 'Infierno', una novia el día de su vida subida a un balancín o un señor mirando de reojo un cuadro de una mujer desnuda acompañado de su esposa.
'MADEMOISELLE ANITA'
"Al principio de su obra fue una persona muy tímida, no se atrevía con las personas y fotografiaba objetos. Luego comenzó con los niños y solo al final dio el paso con los adultos. Era muy paciente y sabía esperar el momento, además de tener mucho humor", ha explicado Annette, quien sobre todo ha insistido en la importancia de no cambiar los títulos de sus obras para mantener esa ironía.
En cualquier caso, la hija del fotógrafo recuerda cómo Doisneau nunca llegaba contento a casa con su trabajo. "Siempre hablaba de la foto que quería hacer y nunca hizo", ha reconocido Annette, quien no obstante apunta que el autor (y ella) también tenía sus imágenes preferidas. Por ejemplo, 'Mademoiselle Anita', un retrato de una mujer en el París de los años 50 sentada en un reservado en un salón de baile.
"Durante su vida, tuvo dos formas de trabajar: inventarse el día a día según su humor y luego estaban los encargos", ha asegurado. Obsesionado con la fotografía, el autor francés fue despedido de la Renault por sus continuos retrasos debido al tiempo dedicado a este arte.
LOS EXCESOS DE PALM SPRINGS
A Doisneau, "gran conversador", no le gustaba demasiado viajar porque no podía comunicarse con sus personajes fotografiados. Sin embargo, la segunda parte de esta exposición muestra el resultado de uno de sus viajes por encargo de la agencia Rapho, con una serie a color titulada 'Palm Springs 1960'.
Con un tono satírico, el autor retrata el 'american way of life' de la época, con gente desmadrada presumiendo de lujosas mansiones, cisnes en las piscinas y abrigos de visón y pieles en una zona residencial a treinta grados de temperatura en el día a día, pero invadida por los aires acondicionados. "Él fotografiaba el mundo como le gustaría que fuera, soñaba con un mundo mejor, pero sin recurrir a la nostalgia", ha concluido la hija y comisaria de la muestra.