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MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
"¿Hay vida antes de la muerte?" Así meditaba Seamus Heaney (Condado de Derry,Irlanda del Norte,1939-2013) sobre el poético concepto de la muerte, la vida y de todo lo que ello concierne, pregunta que cobra mayor vigencia tras el fallecimiento del Premio Nobel de Literatura el 29 de agosto.
Heaney, que pese a obtener el más alto galardón de las letras en 1995, no obtuvo la popularidad que tal premio concede a sus obras, dejó tras de sí, una larga lista de poemas que muestran a un escritor implicado en los problemas de una Irlanda convulsa, ardiente de encontar sucesores del talento lírico del poeta por excelencia William Yeats, con el que se le comparó repetidamente a lo largo de su carrera.
El propio Heaney definía su camino de poeta como "un camino díficil porque escribir tiene una parte inconsciente y otra muy consciente, publicar y ser criticado", como explicaba en una entrevista en 2003 al diario El País.
PREMIO NOBEL DE LITERATURA
La lírica de Heaney oscila entre el universo infantil que en cada verso apelaba y el compromiso social con la situación de un país repleto de roces y cismas, con la cotidianidad de la vida como base de una obra que le hizo obtener el reconocimiento de la Academia Sueca en 1995, obteniendo el Nobel de Literatura por "una obra literaria de belleza lírica y profundidad ética, que exalta los milagros de cada día y el pasado vivido".
Un premio no esperado como expresaba poco después de conocer la noticia:"Cuando conocí el nombre de la ciudad de Estocolmo no pensé en visitarla, y mucho menos como invitado de la Academia sueca y de la Fundación Nobel".
UN POETA COMPROMETIDO
En esos momentos y milagros vividos recorridos por sus versos, Heaney encontró en la literaria Dublin el paraje perfecto para confeccionar su comprometida lírica como reseñó en Norte, un poemario en el que el norirlándes se enfrenta tras cada línea a la crudad realidad de su entorno, con marcados tintes nacionalistas en su obra.
La sencillez de Heaney le llevó a mostrar, desde perspectivas tan alejadas como comunes, como son el mundo rural y el entorno industrial, las diferentes realidades que se integran en su poesía. Heaney lanza al aire un universo perfecto que se atisba bajo unos versos certeros, sin dudas y con la fuerza de un autor que también encontró en la docencia el oasis perfecto para llevar su manera de entender la vida a otros terrenos como catedrático de Harvard y Oxford.
ESTUDIANTE SOBRESALIENTE Y DRAMATURGO
Heaney, de familia humilde, destacó como alumno sobresaliente desde pequeño, estudió literatura en la Queen's University Belfast y comenzó, bajo el pseudónimo de Incertus un camino poético jalonado de grandes versos en el que destaca Digging, que forma parte del célebre Death of a Naturalist.
El camino de Seamus Heaney también abarcó el teatro con obras como The Cure at Troy en 1990 y The Burial at Thebes en 2004, en las que también mostraba las inquietudes que trasladaba tanto a las tablas como al papel, en el que el británico desplegaba una poesía que definía como "una mezcla de accidentes, gracia y trampas".
Tras su muerte, el poeta se desvanece pero sus poesías flotan por la superficie como el eco de un retratista de la realidad que se rompa pare él pero que su obra prosigue y perpetua como se ejemplifica en un poema de Muerte de un naturalista: "Me sentí enfermo, di la vuelta y corrí. Los grandes reyes babosos se reunían allí para vengarse y supe que si metía mi mano las babas la agarrarían".