MADRID 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El periodista y escritor Fernando Schwartz regresa al mundo editorial con un nuevo libro, 'Viví años de tormenta', enmarcado en los últimos años de la dictadura y la llegada de la democracia. "De la herencia franquista todavía queda hoy mucho", explica el autor, para quien esta novela es el reflejo de cómo vivió aquellas décadas la clase más privilegiada.
En este sentido, el autor subraya que este estamento de la sociedad se consideraba a sí mismo, "la verdadera representación española". "Eran personas ricas, terratenientes, que hablaban idiomas y viajaban, y pensaban que cuando muriera Franco en Europa contarían con ellos porque eran los verdaderos representantes, ya que los demás españoles eran los de la charanga y pandereta", señala Fernando Schwartz en una entrevista con Europa Press.
La novela comienza con el asesinato de Carrero Blanco y en sus páginas asistimos a "la metamorfosis ideológica" que llevó a muchos hijos de familias bien -como Javier Rosales- de las filas de la izquierda radical, en su juventud antifranquista, a los despachos del poder.
"Muchos de aquellos pensaban que el franquismo era compatible con la democracia, hasta el 23F pensaban que se podía volver a atrás, pero después ajustaron su pensamiento y una gran parte del PP de hoy en día es heredero de esa tradición. Lo más jóvenes son probablemente un partido conservador al modo europeo, pero hay una gran parte del voto del PP que sigue siendo herencia sociológica del aquel franquismo", alega Fernando Schwartz.
UNIVERSIDAD, NÚCLEO ANTIFRANQUISTA
Por el contrario, el autor quien ha publicado una docena de novelas y ensayos traducidos a diversas lenguas, recuerda cómo la Universidad era un "hervidero de las tendencias antifranquistas" que abarcaban a todos los estratos de la sociedad, "desde los curas obreros hasta los catedráticos".
En este sentido, señala que en las aulas había "mucho rojerío de libro o rojerio de película (poco serio)" pero también subraya la existencia de una izquierda "pensante", que trataba de acabar con el régimen.
Y amor de película o "platónico" es el que se desarrolla entre Dolores, la protagonista y narradora del libro, una chica que pertenece a la aristocracia española los marqueses de Villaurbina, y su compañero de facultad, el vasco José Luis Mendieta. "Su amor es una forma de rebelión, sobre todo contra la personalidad de la madre de ella", asegura Schwartz.
"Lola traspasa un espejo y descubre otra vida que es inesperada para ella y que le da un aroma de libertad nuevo, señala este autor
quien reconoce que ha establecido una relación "íntima y tierna" con el personaje de Dolores.
Muchos de los personajes que aparecen en 'Viví años de tormenta' están basados en personas reales, pero Fernando Schwartz elude citar casos concretos, y matiza que muchos de ellos han pasado por el matiz de la ficción.
No obstante, en las páginas de 'Viví años de tormenta' (Espasa) se cuelan nombres con Manuel Fraga o Adolfo Suárez en el contexto de las relaciones que se establecían con las familias de mayor élite social y financiera.
Respecto a Fraga, recuerda que cuando él era ministro de Información y Turismo, y el autor preparaba un ensayo histórico ('La Internacionalización de la guerra civil'), obtuvo el permiso para acceder a archivos y documentación vetados para otros historiadores. "Supongo que pensó que yo era diplomático y fino", señala con ironía el autor.
Schwartz obtuvo en 1996 el Premio Planeta con 'El desencuentro', y, diez años después, el Premio Primavera de Novela con Vichy, 1940. Anteriormente pasó veinte años destinado en embajadas españolas en Europa, América y Asia, y dejó la carrera diplomática para escribir en el periódico El País. Desde 1994 y, durante diez años, presentó el programa de televisión Lo + Plus.