MADRID 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El escritor Javier Yanes viaja a la infancia en su nueva novela, 'Si nunca llego a despertar' (Plaza & Janés), y vuelve a escoger el continente africano como escenario de su relato, una historia que transcurre entre la realidad, el sueño y la pesadilla.
Después de publicar en 2009 'El señor de las llanuras', Yanes (Madrid, 1968) evoca en esta nueva aventura literaria la etapa más feliz de la vida desde los ojos de su protagonista. El día de su boda, Toño revivirá los veranos de su niñez junto a sus hermanos, sus padres y su primer amor.
El mundo maravilloso en el que se sumerge este personaje, y del que no quiere o no puede despertar, conducirá al lector hacia una trama oculta ocurrida en uno de esos veranos. En ella, descubrirá el misterio de unos "acontecimientos excepcionales que marcarán sus vidas para siempre", según ha explicado Yanes este viernes durante la presentación del libro.
"La novela se sitúa en la frontera entre los sueños y la realidad", indica Yanes, porque es en ese límite difuso donde la fantasía de los niños se alimenta de la evidencia. Por ello, el autor de esta novela comienza cada capítulo de este libro con una palabra: "Desperté".
El título, un tanto "arriesgado", según su autor, forma parte de una antigua oración anglosajona que reza: "Si nunca llego a despertar, pido al Señor que se lleve mi alma". Esta frase expresa ese temor infantil a "morir mientras se duerme" y muestra la "dualidad del sueño como mundo de fantasía donde también habita el terror".
A pesar de abordar la infancia como tema central, Yanes matiza que desde un principio quiso explorar esta sensación desde el punto de vista de un adulto. La libertad y de "los veranos y los viajes" que rememora en su texto acercan al lector el niño que el escritor fue y a su universo de iconos como "Batman o Indiana Jones".
"NOVELA BLANCA"
El escritor confiesa que le gusta escribir lo que él describe como "novela blanca" y crítica que hoy en día existe en el mundo de la literatura una predilección por "la desgracia". "Hay un amor por los personajes movidos por razones inmorales, y parece que si no se entra en esos carriles no hay espacios donde moverse", ha declarado.
Por ello, Yanes reclama esa "vitalidad y luminosidad" de la novela, porque, señala, "dentro de esa desgracia de la vida, si una raza de extraterrestres llegara a la tierra reconocería que tenemos grandeza, y eso nos lleva a un triunfo de la voluntad humana".
Su libro posee un final de esos que no se pueden contar y que cambian por completo el sentido de la novela. Ese es, según explica el autor de este libro, su objetivo como escritor. "Me gusta dejar al lector en la última página con algo que no tenía antes", afirma.
Por ello, y sin desvelar ni un ápice la trama que se oculta en esta historia, el autor concluye: "Hay cosas que se rompen psicológicamente en los niños, que no se arreglan nunca y te acompañan siempre".