MADRID 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Mauro Armiño, galardonado este miércoles con el Premio Nacional a la Mejor Traducción, ha asegurado que el colectivo al que pertenece recibe "el maltrato constante y continuo de los editores" que no les hacen "ningún caso" y sólo "atienden a los números", aunque en su opinión, esto no ocurre con los editores pequeños.
Así se ha pronunciado en declaraciones a Europa Press el crítico, periodista y traductor, quien se ha mostrado a la vez "muy contento" con este premio a su traducción de la obra 'Historia de mi vida' de Giacomo Casanova. Sin embargo, Armiño considera que estos galardones "no apoyan en nada" al colectivo de los traductores. "No nos relacionamos con el lector ni con el Estado", afirma.
Mauro Armiño asegura que el trabajo por el que ha sido premiado le ha resultado "muy divertido", a pesar de ser un libro de 3.500 páginas. "Casanova es un referente mundial y una figura de un tipo de carácter, un libertino, aunque no tanto como don Juan", explica. En su opinión, la dificultad de este texto se encuentra en que se trata de "una oralidad muy distinta que plantea otros problemas".
EL APOYO DEL TEATRO
El premiado, que afirma que sólo de la traducción "no se puede vivir", se encuentra en estos momentos embarcado en una obra de teatro con Josep María Flotats, 'Beaumarchais' de Sacha Guitry, que se estrenará en el Teatro Español el próximo 25 de noviembre y de cuya versión es el responsable. "Hay unos pocos que nos dedicamos plenamente a las traducciones pero tenemos también otras cosas", argumenta.
Armiño, que ha traducido a autores rusos, ingleses y sobre todo franceses, señala que el trabajo que recuerda con mayor aprecio y también "el más duro" es 'En busca del tiempo perdido' de Marcel Proust.