NAVACERRADA (MADRID), 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El escritor italiano Paolo Cognetti ha publicado su nueva novela 'Las ocho montañas' (Penguin Random House) que, a través de un lenguaje puro y poético, relata una historia inspirada en sus propios recuerdos y emociones utilizando la montaña como elemento vertebrador de la misma, y ahondando en temas como la búsqueda de la propia identidad, el abandono de la vida rural, o el empobrecimiento de la vida social.
"El ruido y la superficialidad de la ciudad me hicieron desear alejarme de todo aquello. El deseo de concentración fue lo que me atrajo a la montaña. Como dijo Thoreau: la vida tiene que reducirse a lo esencial para poder vivir las cosas de manera más autentica", ha expresado Cognetti en un encuentro con los medios con motivo de la presentación de la obra, este martes 7 de febrero en Navacerrada (Madrid).
Así, mientras pierde su mirada en los centenares de pinos nevados que conforman la sierra madrileña, el italiano cuenta que pasó su infancia en un Milán "gris", con unos padres trabajadores, pero que durante los veranos se "escapaban" a los alpes italianos, algo que para él suponía disfrutar "de la libertad más salvaje".
Estos datos los comparte con el protagonista de la novela, que narra la historia de Pietro, un joven que vive en Milán pero veranea desde pequeño en "la montaña alta alpina", y que establece una profunda relación de amistad con Bruno, el hijo de un albañil de la zona que solo conoce los montes , que pastorea las vacas de su tío, y que inicia al protagonista en los secretos de la montaña.
"Pietro es como yo en cuanto a carácter y sentimientos. Sin embargo la historia biográfica es otra. Bruno por ejemplo es un amigo imaginario. Ahora, de adulto, si tengo amigos en la montaña. Pero cuando era más pequeño no", matiza Cognetti, cuya obra ha sido galardonada con el Premio Médicis 2017 a la mejor novela extranjera.
En este contexto, ha precisado que el personaje de Bruno refleja la "muerte de la civilización que vivía en la alta montaña" y que fue desapareciendo a partir de los años 50. "Este personaje esta ahí porque asiste a la extinción de todos esos pobladores, y yo he sido testigo en los años 80 de los últimos ancianos que vivían en la alta montaña", ha expresado.
Cognetti vive actualmente en una cabaña a casi 2.000 metros de altura en los Alpes. Según relata, en el pasado "tuvo un gran amor por la ciudad". De hecho, estuvo viviendo en Nueva York, y la montaña se convirtió para él en un mero "lugar de la infancia". Sin embargo, a los treinta años se vio sumido en una crisis personal y laboral y decidió mudarse a la montaña "para comenzar de cero", donde lleva ya diez años.
"Mi acercamiento a la montaña fue por un primer deseo de soledad y silencio. La ciudad me había hecho entrar en crisis como escritor y convertirme en algo árido, sin porisilidad de dar frutos", explica.
Otro de los temas en los que ahonda la novela es el de las relaciones interpersonales que se forman en ese entorno alejado de la civilización, y que trata a través de Pietro y su padre. "He querido construir esa relación de padre e hijo a través de la montaña. El padre y el hijo forman una relación íntima a través del paisaje y no del lenguaje", señala.
En este sentido, con la novela indaga en el salto generacional que separa a ambos, y recalca que hay "tipos de montañeros" en función de las cotas de altura. El padre de Pietro vive obsesionado con conquistar la cima, y esa es su manera de disfrutar de la montaña. Sin embargo, Pietro tiene un sentido diferente de la vida al ser "hijo de la crisis y del decrecimiento".
"Mientras que su padre vive obsesionado con la construcción y la conquista, para Pietro la vida es otra cosa, es más abierta, y en ella cabe por ejemplo la amistad", ha indicado para contar que es la madre del protagonista quien se encarga de mostrarle como la montaña "no es solo alcanzar la cumbre, si no ver otras cosas como los pueblos y la gente para construir unas relaciones más en horizontal".
De este modo, su conocimiento sobre el entorno rural y la esencia de la montaña más inhópsita ha permitido a Cognetti elaborar un relato que transporta al lector a través de sus descripciones "sumamente reales" y "fluidas" a la esencia de la vida en la naturaleza.
"El lenguaje ha cambiado para mi como escritor. Esta montaña empezó a hacer que mi lenguaje fuera más especifico y así poder dar nombre a las cosas para que se convirtieran en realidad, desde los árboles hasta el paisaje", ha señalado.
Preguntado por el éxito suscitado por su novela en Italia y en el resto de Europa, donde ya tiene su publicación prevista para 39 países, el escritor opina que se debe, en primer lugar, a que la historia está ambientada en un lugar que "ha sufrido el olvido histórico de la narrativa". "La narración de este tipo de lugares cubre los anhelos de muchos lectores que aman ese entorno y del que sin embargo no se escribe".
Por otro lado, a su juicio, la literatura europea es "muy urbana" y "falta esa tradición literaria" de otras culturas como EEUU o Rusia que retoma la naturaleza como "algo muy potente" o como "un personaje en sí" dotando al libro con "ese valor literario".