BARCELONA 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El escritor argentino Ricardo Piglia ha presentado "por fin" su "esperadísima" nueva novela, la policíaca 'Blanco Nocturno' (Anagrama), según ha dicho este martes en rueda de prensa el editor, Jorge Herralde, quien además ha suscrito la petición del poeta Juan Antonio Masoliver: "A ver cuando de una puta vez le dan el Premio Cervantes" a Piglia.
La novela se centra en un portorriqueño, Tony Durán, que antes de ser asesinado en un pueblo de Buenos Aires a principios de los 70, fascina a todo el mundo con el trío sexual y sentimental que mantenía con las hermanas Belladona.
Piglia (Adrogué, Buenos Aires, 1940) ha explicado que el detonante de la novela fue la figura de un primo suyo por parte de padre que tenía una fábrica en un pueblo pero la empresa era "imposible", y como no vendía, él se quedó con el edificio, las máquinas y la producción. Uno de los personajes principales de 'Blanco Nocturno', Luca Belladona, es una transformación de ese primo ya fallecido.
"Me hacía unos juguetes mecánicos extraordinarios. Hacía objetos para los que la realidad no estaba preparada", ha comentado el escritor, quien ha revelado: "Sabía que algún día escribiría sobre él".
El título de la novela remite a las cacerías nocturnas, y el centro luminoso del libro es Luca Belladona, constructor de una fábrica fantasmal perdida en medio del campo que persigue con obstinación un proyecto demencial. La aparición de Emilio Renzi, tradicional personaje de Piglia, le da a la historia una conclusión irónica y conmovedora.
Esta novela se inscribe en el género policíaco, pese a que tiene con él una relación "diferente" a sus otras novelas policíacas porque en esta "efectivamente hay un investigador, Croce, pero casi por arte de magia resuelve los crímenes. Es la contraparte de los detectives típicos, muy racionales" y además es "sospechoso de demencia, como dice él", un eufemismo para decir que está algo loco, ha asegurado Piglia.
En cuanto a las abundantes notas al pie de página que escribe en 'Blanco Nocturno', ha considerado que son "un mecanismo narrativo muy interesante" y muy útil para que el lector "manejase información que el relato no podía dar".
"La idea de hacer una novela que dura toda la vida del escritor es algo muy atractivo como proyecto", ha considerado el argentino, citando, por ejemplo, a Marcel Proust.
Piglia no ha entrado mucho en detalle en la trama del libro alegando que "es muy difícil" hablar de la literatura que uno hace, y todavía más que la interprete.
Pese a la larga espera que ha conllevado esta novela para sus lectores, Piglia ha aclarado que no es que haya estado 13 años escribiéndola, sino que tiene un método de trabajo muy particular y que no le recomienda a nadie.
Hace una primera versión, la deja reposar durante años, luego la vuelve a coger y a partir de ella hace una segunda intentona y la deja un tiempo "con la ilusión de que el tiempo se incorpore al relato" y que el relato gane "cierta autonomía".