MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS)
Luis Landero (Badajoz, 1948) publica Retrato de un hombre inmaduro (Tusquets) el relato de un hombre "corriente" quien, en la cama de un hospital y con las horas contadas, comienza a recordar su vida, guiado por una memoria "bastante caprichosa" que le muestra los recovecos de una existencia "agridulce".
"Es una novela un poco desmadrada", confesó Landero, quien llevaba tiempo buscando escribir un texto "libre" como éste, en donde una "voz" fuera el hilo conductor, y a la vez, la hoja de ruta de un personaje "sin virtudes", pero en donde tampoco "crecen malas hierbas".
Este hombre "corriente", según Landero, no es un antihéroe, sino una persona normal con sus virtudes y defectos, como ocurre en la vida real porque los héroes "solo existen en los bestsellers", subrayó.
Preguntado por los últimos bestsellers literarios como la trilogía de Stieg Larsson o las obras de Dan Brown, consumidas por miles de lectores. Landero señaló que cuando a la literatura sólo se le pide "entretenimiento", "domesticamos la literatura" porque, para este autor un libro tiene que ser "algo más".
En Retrato de un hombre inmaduro surgen temas como la doble conciencia; el amor; la realidad objetiva y la imaginaria; el sabor agridulce de la libertad; los efluvios del poder; la belleza o la amistad, todos ellos tamizados por el humor del narrador, que aflora en las páginas de forma "natural", según explicó el autor.
La búsqueda de uno mismo y la búsqueda de la malograda identidad, son también asuntos trasversales en este novela, porque según Landero ahora existe una "falsa necesidad" de buscar el mundo interior "cuando lo importante es lo que uno mira". "El mundo te refleja lo que tú eres y lo otro es ensimismarse", subrayó Landero.
En esta misma línea, denunció el "tremendo narcisismo" y el excesivo "individualismo" que existe en las sociedades actuales, guiadas por un "consumo espiritual, en el mal sentido de la palabra".
Landero, que ha sido profesor de Literatura durante más de 30 años, saltó al ruedo literario en 1989 con su novela Juegos de la edad tardía con la que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica y el Nacional de Narrativa. A esa novela le siguieron, Caballeros de Fortuna, El mágico aprendiz, El guitarrista y Hoy, Jupiter.
En una entrevista con a Europa Press y en referencia al título del libro, Landero explicó que un hombre inmaduro es aquel que lleva una "conducta errática, sin referencias claras o quizás, con demasiadas referencias, que es lo que ocurre hoy en día", puntualizó Landero.
Asimismo, para Landero la conducta de un hombre inmaduro está demasiado expuesta al "azar" y vive con una "pervivencia de rasgos infantiles" que es muy propia de los artistas y escritores "que buscan prolongar su infancia".
Preguntado por sus próximos proyectos literarios, Landero señaló que ya tiene en mente algunas ideas, entre ellas escribir un ensayo literario sobre diversas escenas eróticas que aparecen en obras literarias de todas las épocas.