MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El escritor Vicente Luis Mora ironiza sobre el mundo del arte en su nueva novela 'Fred Cabeza de Vaca' (Sexto Piso), la historia de una persona de nombre homónimo al título que se abre paso en este mundo conformando el "retrato del artista insaciable".
Para Mora, esta novela reflexiona también sobre el papel del intelectual en la actualidad, que "ha cambiado mucho en los últimos años". "La intelectualidad tiene cada vez menos sentido porque la cultura tiene menos sentido. Hoy importa más la opinión de David Simon ('The Wire') que la de cualquier premio Nobel, porque es quien está construyendo el imaginario", ha lamentado.
'Fred Cabeza de Vaca' muestra a un artista que ha llegado a lo más alto a través de un arte performativo y en la mayoría de las ocasiones, provocativo. Natalia, una investigadora, se propone escribir una biografía de este autor que, en un principio admiraba pero, poco a poco, comienza a revelarse como un arribista sin escrúpulos.
"Fred puede ser un reflejo de los tiempos. Es un habilidoso intérprete de la realidad que considera el mundo como un teatro y una especie de obra en marcha del que, con una buena lectura, puede sacar tajada. Representa una de las peores partes de la sociedad de nuestro tiempo", ha señalado Mora.
Así, ha definido a su personaje --filósofo, crítico y artista-- como "el retrato del insaciable, que es muy contemporáneo". "Todo para él es una especie de 'performance', como si estuviera siempre en un happening, y es una metáfora de los tiempos, donde la picaresca es un mal bastante extendido", ha aseverado.
Entre esos aspectos negativos, destaca en Fred un "machismo" --el artista nunca llama a sus parejas por su nombre en su diario, sino que las recuerda por un número-- que se convierte en el libro en una denuncia dentro del mundo del arte.
"En mi primera novela, 'Alba Cromm', también hay denuncias del machismo estructural de la sociedad, pero en este caso me pareció más interesante hacer hablar al machista por sí mismo a través de escritos íntimos, que es cuando más machista se le ve", ha reconocido.
MIRARSE EL OMBLIGO
En cualquier caso, ha defendido que intenta no convertir esta denuncia "en un panfleto". "En realidad, ningún sector de la sociedad escapa a ese machismo estructural, pero en el arte todo el mundo dice que está contra él y sigue siendo machista. Algo no debemos estar haciendo bien. Si estamos por la igualdad, ¿por qué no se consigue?", ha cuestionado.
Preguntado sobre los motivos que le han llevado a centrar su mirada en el arte y no en otras disciplinas --como la literatura--, Mora ha asegurado que "volver a hablar un escritor sobre escritores sería como mirarse al ombligo demasiado". "Me fascina el arte contemporáneo que, por su complejidad y diversidad forma un mundo propio muy conectado con la calle y la realidad", ha aseverado.
REALIDAD Y FICCIÓN
Pese a que en la novela aparecen personajes reales y lugares y obras conocidas, Mora ha asegurado que no se ha inspirado en nadie. "Algunos comportamientos sí pueden ser basados en hechos reales, pero no las personas, que están convenientemente disfrazados y adulterados. Lo que no tenía sentido es inventar un arte contemporáneo nuevo, porque no hay necesidad", ha defendido.
'Fred Cabeza de vaca' abre sus páginas con una cita de Plinio en la que lamenta la decadencia del arte. Para Mora, esto es algo que sucede "desde el principio de los tiempos" con los humanistas, aunque él no esté de acuerdo con la sentencia. "Decir que nos estamos precipitando al ocaso del humanismo es muy alarmista, porque mientras haya personas habrá relato y creación", ha concluido.