MADRID, 24 May. (EDIZIONES - David Gallardo) -
El tipo que hoy conocemos como Bob Dylan adquirió forma humana como Robert Allen Zimmerman el 24 de mayo de 1941, en el seno de una familia humilde de Duluth (Minnesota, Estados Unidos).
Como muchos niños de la época, creció pegado a un aparato de radio en el que encontraba las respuestas que buscaba para entender el mundo. Por eso nadie se extrañó cuando comenzó a enrolarse en bandas siendo todavía un mocoso a finales de la década de los cincuenta.
Icono, leyenda, mito. Muchos son los calificativos grandilocuentes que recurrentemente se emplean para referirse a Bob Dylan, aquel muchacho que dio el paso definitivo cuando se plantó en 1961 en Nueva York con la intención de conocer a su ídolo Woody Guthrie.
Lo que es innegable es que él redefinió la relación entre el folk y el rock, protagonizando agrias y fuertes polémicas a mitad de los sesenta por su empeño en enchufar las guitarras al mayor volumen posible. Un desaire que los puristas del folk nunca le perdonarán.
Pero lejos quedan ya aquellos años y este martes Bob Dylan cumple 75 años aún en plena actividad, siempre embarcado en esa gira interminable que se calcula inició oficialmente en 1987. Y con 37 discos de estudio a sus espaldas, el último de ellos editado hace cuatro días con el título de Fallen angels (reincidiendo en su pasión por Frank Sinatra).
Un tótem intocable de la música popular de nuestro tiempo, casi con tantas canciones recordables como años en el carnet de identidad. Pero por locura que parezca, tratamos de aproximarnos a su trayectoria escogiendo únicamente 5 de sus composiciones.
BLOWIN IN THE WIND (1963)
Después de un primer disco integrado por material tradicional, folk, blues y gospel en el que sólo había dos composiciones propias (las primeras de su carrera, Song to Woody y Talkin New York), lanzó en mayo de 1963 su segundo trabajo, The Freewheelin Bob Dylan, con clásicos como Blowin in the wind o A hard rains a-gonna fall. Tenía apenas 22 años pero su talento rebosaba pringoso e imparable.
LIKE A ROLLING STONE (1965)
En julio de 1965, Dylan regaló al mundo Like a Rolling Stone, una canción de éxito instantáneo y que sigue apareciendo irremediablemente en todas las listas que tratan de encontrar las mejores composiciones de la historia. Eran los años de frenesí compositivo en estado de gracia, la época dorada de un muchacho que estaba reescribiendo la historia de la música popular estadounidense casi sin darse cuenta, a través de su temeraria fusión de folk n rock.
KNOCKIN ON HEAVENS DOOR (1972)
Otra canción fija en las listas de mejores de la historia. Resulta ciertamente imposible cuantificar numéricamente las versiones que de esta copla se han perpetrado desde su publicación original en 1972, en la banda sonora de la película de Sam Peckinpah Pat Garret and Billy The Kid. Pero entre los que se han atrevido hay ilustres como Guns n Roses, Grateful Dead, Eric Clapton, Lana del Rey e incluso Avril Lavigne.
HURRICANE (1975)
Hace un par de años falleció Rubin Hurricane Carter, el ex boxeador cuyo erróneo encarcelamiento inspiró a Bob Dylan para componer este éxito perteneciente a su aclamado álbum Desire. Un single de más de ocho minutos que, a pesar de su demente minutaje, se coló en las radios y en las listas de éxitos. Milagros sólo al alcance de profetas como Dylan (por mucho que él renegara de ese calificativo).
THINGS HAVE CHANGED (2000)
Dylan compuso su gran legado durante sus primeros quince años de trayectoria, pero tras una travesía del desierto durante los ochenta, volvió a la senda correcta en los noventa convertido en icono viviente. Reivindicando su vigencia como autor e intérprete clásico, publicó en el año 2000 el single Things Have Changed, con el que ganó el Oscar y el Globo de Oro, por formar parte de la cinta Jóvenes Prodigiosos.
Desde entonces, tiempo aún para discos como Love and Theft (2001), Modern times (2006), Together through life (2009), Christmas in the heart (2009) y Tempest (2012), antes de que estos dos últimos trabajos centrados en revisitar el cancionero de Frank Sinatra como son 'Shadows in the night' (2015) y 'Fallen angels' (2016). Con Bob todavía por supuesto en la carretera sin intención de apagar el motor. Por muchos años.