MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El productor y compositor Javier Limón ha decidido llevar la contraria al mundo. En lugar de mirar a Occidente, ha decidido girar la cabeza hacia Oriente con la publicación del disco 'Promesas de tierra' --a la venta el próximo martes-- cuyas composiciones han sido interpretadas por músicos palestinos e israelíes.
En este álbum se reencuentran las culturas, sefardita, cristiana y andalusí y las grabaciones se han realizado tanto en Ramala (Palestina) como en el Berklee College of Music de Boston (Estados Unidos).
Según explica Limón a Europa Press, se trata de un disco de bipolaridades, ya que en él se unen dos culturas y dos lugares geográficamente lejanos y socialmente opuestos: "el más conflictivo y el más pacífico del planeta".
Javier Limón ha llevado la contraria a las tendencias actuales de la música y, "aunque solo sea por fastidiar", en un momento en el que cada vez se hacen discos más baratos él presenta un disco "caro" que además contiene temas de ocho o nueve minutos, "imposibles de llevar a la radiofórmula".
"No soy un artista pop, he intentado hacer un disco que no se mueva en los cánones de la industria, que son un poco culpables de la rigidez que existe hoy en día", indica.
Según explica Limón, 'Promesas de tierra' contiene música "optimista y joven" en cuya elaboración han participado músicos menores de 25 años, excepto "el abuelo Limón", como se refiere a sí mismo. "La renovación significa abrirse y dar una oportunidad a quienes quieren empezar", añade.
Los intérpretes israelitas, "grandes líderes en armonías y músicas occidentales", confluyen en este disco con los palestinos, de "profunda emoción y pasión desbordada", así como ricos en "inspección melódica, ornamentos y matices".
La presentación de este disco tendrá lugar probablemente el próximo 2 de enero en Madrid con algunos de los músicos que han participado en este disco, aunque aún no está conformado el lugar.
NUEVAS FRONTERAS PARA EL FLAMENCO
"Este no es un disco de flamenco, pero un día lo será", asegura el músico. La explicación para Limón es sencilla: "el flamenco está en crisis y ahora mismo está bastante encasillado, le han puesto tantas fronteras que se está ahogando en sí mismo", pero cuando consiga salir de este molde su álbum también formará parte de este género.
A su juicio, ahora es el momento de "cometer errores y llevar el flamenco a otros límites y fronteras para conseguir que vuelva a crecer". Y, ya que "todo crecimiento y toda evolución implica un sacrificio", opina que ahora este género musical ha de "dejar en el camino algunas cosas para conseguir otras", la única manera de "no quedarse atrás".
Una de las cosas que deben dejarse atrás son "los límites que marcan lo que sí es flamenco y lo que no lo es", algo que ha tenido como consecuencia que ciertos discos de artistas como Ray Heredia, Omega e incluso Paco de Lucía no se hayan considerado flamenco. Tampoco el suyo, pero está seguro de que un día sí lo será. "Hay que podarlo respetando las raíces", indica.