MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ciudadano sueco Roger Tullgren ha conseguido a sus 42 años lo que otros muchos como él considerarían un sueño hecho realidad, después de que un juez de su país haya determinado que su obsesión por el heavy metal es en realidad una obsesión que le impide hacer vida normal y conseguir un trabajo a jornada completa.
Así las cosas, Tullgren cobrará un subsidio por discapacidad de 400 euros, tal y como explican medios locales, que citan una sentencia que recalca que el adicto "no puede desempeñar un trabajo sin someterse a intensivas sesiones de heavy".
"Llevo diez años intentando que se reconozca mi situación como una discapacidad. Hablé con varios psicólogos que determinaron que padezco una situación de discriminación", ha explicado el propio Roger Tullgren en unas declaraciones recogidas por el semanario británico NME.