MOSCÚ 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
Tres integrantes del grupo musical punk Pussy Riot han sido condenadas este viernes a dos años de cárcel tras ser halladas culpables del delito de "vandalismo motivado por odio religioso" por haber irrumpido en la mayor catedral ortodoxa de Moscú el pasado febrero, donde cantaron una canción con la que pedían la dimisión del entonces primer ministro, Vladimir Putin.
Las jóvenes Nadezhda Tolokonnikova, Maria Alyojina y Yekaterina Samusevich --de 29, 24 y 22 años de edad, respectivamente-- llevaron a cabo una acción meticulosamente planificada, ha asegurado la juez Marina Sirova, durante la lectura del veredicto en el Tribunal Jamóvnicheski de Moscú, según informa la agencia rusa RIA Novosti.
"Eran conscientes del carácter ofensivo de sus acciones y su aspecto. Pretendían atribuir gran resonancia a su actuación, ofender tanto a los sacerdotes como al amplio público en general e infligieron una fuerte ofensa a los creyentes ortodoxos", señala el veredicto.
La Fiscalía había pedido una pena de tres años para cada una, mientras que el propio Putin pidió hace unos días a la justicia rusa no ser tan severa con las cantantes. La sentencia comenzará a contarse a partir de la fecha de su detención, el pasado 15 de marzo.
Decenas de personas --a favor y en contra de las acusadas-- se reunieron a las puertas del tribunal para conocer el veredicto de la jueza Sirova. El caso de las Pussy Riot ha causado un gran revuelo y ha puesto en evidencia las divisiones políticas y religiosas que existen en la sociedad rusa.
La Embajada de Estados Unidos en Rusia ha señalado en su cuenta en Twitter que la sentencia contra las Pussy Riot es "desproporcionada dada la magnitud de los actos".
Cinco miembros de Pussy Riot entraron en la Catedral de Cristo Salvador con el rostro oculto el pasado febrero y realizaron, ante la mirada atónita de los guardias de seguridad, una actuación para denunciar el apoyo de la Iglesia Ortodoxa a la campaña electoral de Putin para volver al Kremlin.
Tres de las integrantes del grupo fueron detenidas y acusadas de vandalismo. Según los fiscales, actuaron "de una manera extremadamente vulgar para un lugar así" y la canción que interpretaron, titulada "Holy shit", es "insultante y sacrílega para los ortodoxos".