MADRID, 19 Feb. (OTR/PRESS)
Adrien Brody y Beyoncé Knowles son los protagonistas de Cadillac Records, un musical que relata el nacimiento del mítico sello discográfico Chess Records. Una historia que mezcla sexo, violencia, competencia y rock & roll ambientada en el Chigago de los años 50 que llega este fin de semana a los cines españoles.
Cadillac Records está escrita y dirigida por la semidesconocida Darnell Martin, una realizadora con ámplia experiencia en la pequeña pantalla donde ha dirigido capítulos de series como Urgencias, Ley y Orden o Anatomía de Grey. En su más de hora y media de metraje, captura parte de la historia musical de Estados Unidos a través del sello Chess Records, que en unos años turbulentos grabó discos de leyendas de la música negra como Muddy Waters, Leonard Chess, Little Walter & Howlin' Wolf, Etta James o Chuck Berry.
Adrien Brody, el novio de nuestra Elsa Pataky, es el encargado de interpretar al dueño de la discográfica Leonard Chess, Jeffrey Wright (W, Quantum of Solace) en el papel de Muddy Waters y Columbus Short (Quarantine) encarna a Little Walter. Por su parte, Beyoncé Knowles, dispuesta a reeditar su único éxito en la gran pantalla, que consiguió con el musical Dreamgirls, interpreta a la gran Etta James, cuya voz suplanta en las canciones que aparecen en el film.
"Beyoncé es increíblemente maravillosa. Lo hace todo a la perfección", afirma la directora que destaca también las dotes interpetativas del otro popular músico que aparece en un papel importante: la estrella del hip-hop Mos Def que da vida a Chuck Berry.
Ellos dos son junto a Brody, que todavía sigue a la espera de que se estrene su --ya célebre por los retrasos-- película sobre Manolete, la gran baza de Cadillac Records, un collage de biopics musicales imprescindible para aquellos que sean tan cinéfilos como melómanos. Una cinta en la que la propia música acapara, como es natural, gran parte del protagonismo.