CANARIAS.-El Centro de Documentación de Canarias y América presenta tres nuevas obras de la colección 'Desde América'

Actualizado: viernes, 20 noviembre 2009 15:35

SANTA CRUZ DE TENERIFE 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Documentación de Canarias y América (Cedocam) presentó ayer tres nuevos títulos de la colección Desde América, en su sede de la Casa Lercaro del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, en San Cristóbal de La Laguna. El acto contó con la presencia del presidente del Organismo Autónomo de Museos del Cabildo de Tenerife, Francisco García-Talavera, del director del Cedocam, Manuel Hernández González y del director de Ediciones Idea, Enrique Jiménez Fuentes, según se ha recogido en un comunicado.

Dirigida por Manuel Hernández González, editada por Ediciones Idea y patrocinada por el Cedocam, a través del Organismo Autónomo de Museos y Centro del Cabildo de Tenerife, la colección recoge la más valiosa bibliografía sobre los trabajos y las vicisitudes de los canarios en América, desde el siglo XVI hasta finales del siglo XX.

'Noticia histórica de Arequipa', por Antonio Pereira Pacheco; 'Americana Thebaida' (Tomo I y II), por Fray Mathías de Escobar y 'Llamas, y Crónica de las fiestas de la Candelaria en Matanza de 1872', por Manuel Hernández González fueron los títulos presentados en este acto que conforman los números veinticuatro, veinticinco y veintiséis de esta colección.

Escrita durante los conflictivos años de la independencia de las colonias americanas, en concreto en 1816, 'Noticia histórica de Arequip'a, de Antonio Pereira Pacheco, describe la diócesis peruana de Arequipa. Nociones históricas, geográficas, botánicas, zoológicas y análisis de los usos y costumbres de las poblaciones de esa región se dan cita en estas páginas redactadas por este clérigo lagunero. Nos hallamos ante la concreción de un ejercicio de curiosidad característico de un ilustrado. Pereira Pacheco fue acumulando documentos de primera mano, conoció a las gentes y su idiosincrasia, y todo ello le llevó a interesarse no sólo por aspectos de la vida eclesiástica, sin por todos los órdenes de la vida de la comunidad, una preocupación experimentalista que fue una constante a lo largo de su vida.

'Americana Thebaida' constituye un relato exhaustivo de la sociedad michoacana colonial desde la conquista hasta el siglo XVIII. Desde la perspectiva histórica característica de su tiempo, nos proporciona abundantes datos para conocer la sociedad indígena anterior a la conquista y del proceso de evangelización y sincretismo religioso con el que se configura la sociedad colonial michoacana. Por tales características es estimada como una obra capital para la historia de esa significativa región mexicana del Pacífico, en la que las conexiones con Canarias eran notables, desde los Crucificados de pasta de maíz, que jugaron un papel decisivo en la forja de la religiosidad canaria, hasta los religiosos isleños que, como Mathías de Escobar, desempeñaron un papel crucial en su devenir histórico.

En el segundo tomo continúa el relato de la fundación de los conventos agustinos en la provincia de Michoacán y la narración de la vida de los frailes fundadores y pioneros de esta orden en esa región mexicana. Pero más allá de los detalles sobres sus continuas penitencias y oraciones, y la consolidación de la congregación agustina en la sociedad colonial, se ofrecen datos de inestimable valor acerca de la evangelización de los indígenas, de sus creencias religiosas anteriores a la conquista y de la composición de la sociedad michoacana de esa época.

En la última obra presentada ayer, 'Crónica de las fiestas de la Candelaria en Matanza de 1872', de Manuel Hernández González, se narran las fiestas de la Candelaria en Matanzas de 1872 que constituyen un hito en la historia del asociacionismo canario en Cuba. Su crónica fue editada ese mismo año en la imprenta del director del La Aurora del Yumurí, el canario José Curbelo, uno de los más significados impulsores de los planes de colonización con isleños en la Perla de las Antillas.

En un momento en que se cuestionaba la lealtad de los campesinos canarios a la causa española por su participación en los ejércitos insurgentes y por su identificación con los puntos de vista cubanos, las autoridades gubernativas trataron de contrarrestar esa atmósfera con la celebración de unos festejos de gran magnitud en los que se combinaban los bailes con las ferias agrícolas e industriales y en los que los canarios competían en su deporte vernáculo, la lucha canaria, surgiendo allí su primer reglamento.

Realizados en plena Guerra de los Diez Años (1868-1878), trataron de unificar a los canarios emigrados a la Perla de las Antillas en torno a la idea de españolidad, agrupándolos con los criollos y con las otras regiones de España en una festividad que resaltase su idiosincrasia y esos elementos comunes que le identificaban con la Madre Patria. Por eso, su crónica es un documento de primera mano para el conocimiento de la colonia isleña de la isla y sus anhelos e intereses.