Doble J publica la obra de Reinaldo Montero 'La visita de la Infanta', premio de la Crítica de Cuba 2006

Actualizado: martes, 19 junio 2007 19:25

La novela recrea la visita a la Habana en 1983 de la infanta Eulalia de Borbón, hija menor de Isabel II

SEVILLA, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

La editorial sevillana Doble J ha publicado 'La visita de la Infanta' de Reinaldo Montero, premio de la Crítica de Cuba el pasado año, una de las plumas más representativas de la narrativa latinoamericana contemporánea. Dicho autor acaba de obtener en Valladolid el premio Fray Luis de León por su obra de teatro 'Liz'.

Según informó la editorial a Europa Press, la novela recrea la visita a La Habana en 1893 de la infanta Eulalia de Borbón, hija menor de Isabel II, cuando los tejemanejes republicanos y el griterío disconforme de la isla estaban en su apogeo.

El protagonista de este libro es un pequeño noble del séquito de Eulalia, maestrante sevillano sin hacienda ni amigos, un personaje-tipo del que no se llega a conocer el nombre y cuya existencia transcurre suspendido entre dos épocas, con algo de Max Estrella, un poco cínico, buen compañero de farándula nocturna y siempre con la tragedia planeando sobre su cabeza en forma de enfermedad, soledad o desamor.

Orestes Sandoval escribe que "ante todo, se trata de un colosal ejercicio que pretende crear (con anacronismos intencionados) el castellano decimonónico". Y ello lo escribe el filólogo justo cuando Montero acababa de recibir el Premio Internacional Alejo Carpentier, pues es Montero un autor ampliamente premiado y reconocido que ha obtenido también, entre otros, el premio Casa de las Américas en Cuba, el Juan Rulfo en Francia y el Castilla-La Mancha en España.

Según esta editorial hispalense, el autor ha conseguido en este trabajo un ritmo "muy original" basado en "la sonoridad de las palabras, en un mesurado barroquismo, en su propia voz interior y conversacional".

Igualmente, añade que no se trata sólo, ni sobre todo, de una novela histórica. "Cierto es que recrea tipos, costumbres y usanzas de la isla que Montero llama Paradoja en los años anteriores a su independencia, pero yerra quien la lea en clave regionalista", concluye la editorial.