Fiscalía aprecia un "repunte" de compra de falsificaciones a 'manteros' y ve una sociedad acomodada con esta ilegalidad

Manteros en la zona portuaria de Barcelona
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Actualizado: lunes, 10 septiembre 2018 12:44

MADRID 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía General del Estado aprecia un "repunte" de la compra callejera de productos falsificados, frente al descenso que se venía registrando en ejercicios anteriores, en detrimento de la compra a través de Internet.

Así consta en la Memoria General de la Fiscalía correspondiente al año 2017 y presentada este lunes 10 de septiembre, en la que se pone de manifiesto que "sigue siendo oportuno considerar que no parece que el derecho penal esté siendo una herramienta eficaz para atajar estas conductas, ya que da la sensación de que la sociedad se ha acomodado a convivir con una cierta forma de ilegalidad".

Recuerda que este delito asienta un fenómeno en el que el comerciante de géneros falsos se enriquece en perjuicio de los consumidores, de los comerciantes legalmente instalados y de las empresas fabricantes y distribuidoras. Añade que también abunda el mencionado tráfico auspiciado por la venta a través de internet, en el que los bajos precios de productos con un coste conocido por el gran público como mucho más elevado, "deja poco lugar a dudas sobre la connivencia del comprador con la adquisición de una falsificación".

En general, la Fiscalía aprecia, sin moverse en grandes cifras, que se confirma la tendencia al aumento de delitos contra la propiedad intelectual e industrial, tanto en incoaciones como en acusaciones.

En cualquier caso, precisa que su consideración como delito leve, en la mayoría de las ocasiones, ha hecho que disminuyan las actuaciones policiales cuando el beneficio reportado al culpable no exceda de los 400 euros, conducta que se concreta principalmente en el fenómeno del tráfico callejero de estos productos, los conocidos como 'manteros'.

No obstante, en el ámbito de la propiedad intelectual, señala que tampoco cabe ocultar que la autodescarga por los particulares ha llevado a que estos ya no acudan a tradicionales fuentes de provisión callejera.