MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
La zarzuela 'Pan y Toros', de Francisco Asenjo Barbieri y dirigida por Emilio Sagi, se estrenará mañana en el Teatro Municipal de Santiago de Chile que ofrecerá otras tres funciones más de este montaje, el 30 de noviembre y 2 y 3 de diciembre.
Esta es la primera vez que el Teatro Municipal de Santiago de Chile presenta una producción de zarzuela realizada en sus talleres. El espectáculo es una co-producción del Teatro Municipal de Santiago con la Opera de Lausanne y el Teatro Campoamor de Oviedo.
En tres actos, 'Pan y Toros', basada en un libro de José Picón, fue estrenada el 22 de diciembre de 1864 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. La acción está ambientada en la época de Carlos IV y Goya y sus pinturas son protagonistas. Con personajes verdaderos e imaginados, la trama gira en torno a la historia de amor entre la ficticia Princesa de Luzán y el Capitán Peñaranda.
El elenco lo integran las sopranos españolas Mariola Cantarero (Doña Pepita) y Milagros Martín (La Princesa de Luzán), Miriam Caparotta y Javier Franco (el Capitán Peñaranda). El papel de Goya estará interpretado por el barítono chileno Patricio Sabaté; El Abate Ciruela lo encarnará el tenor chileno Luis Olivares y El Corregidor Quiñones, el barítono español Miguel Sola.
Los toreros Pepe Hillo, Pedro Romero y Costillares serán encarnados por el barítono Juan Pablo Dupré, el tenor Jaime Salinas y el barítono Sergio Gallardo. Completan el elenco Pablo Oyanedel, Pablo Ortiz, Paula Arancibia, José Castro y Ricardo Seguel.
Por su parte, la Orquesta Filarmónica de Santiago estará dirigida por el maestro español José Fabra. La escenografía e iluminación son de Enrique Bordolini, el vestuario de Imme Möller y la coreografía, de Nuria Castejón.
TÍTULO POCO CONOCIDO
Sobre 'Pan y Toros' Emilio Sagi afirma que se trata de un título "poco conocido" si bien sobresale por el libreto "que plantea un alegato en contra de la política corrupta y de la camarilla que pululó alrededor de Carlos IV, el último rey español antes de la invasión francesa". Asimismo, respecto al personaje de Goya, Sagi dice que Barbieri le retrata en esta obra como que siempre fue: "un creador muy comprometido y rebelde".
El director de escena también estima que en el libreto se aboga por "la pureza del pueblo y los valores universales como la honradez" al tiempo que ofrece "cantos populares muy bellos y divertidos". Sagi considera esta zarzuela "una joya musical" y recuerda que incluso algunos musicólogos hispanos han señalado que es mejor que 'El barberillo de Lavapiés' (también de Barbieri). "Es un título tan inspirado, como cualquier ópera del mundo", afirma.
"PAN Y TOROS"
La expresión "Pan y toros" proviene de un parafraseo de la frase latina "Panem et circenses", que el poeta romano Juvenal incluye en su Sátira X. Se refiere básicamente, tanto en la original como en el lugar común hispánico, a la arena como el lugar donde se da rienda suelta a las pasiones más bajas del pueblo, donde por medio de una catarsis colectiva se aquietan los ánimos y se amortiguan los conflictos sociales.
Se difundió a partir de un panfleto anónimo (atribuido a León de Arroyal) publicado en 1812 y titulado Oración apologética del estado floreciente de España: "Haya pan y haya toros, y más que no haya otra cosa. Gobierno ilustrado: pan y toros pide el pueblo. Pan y toros es la comidilla de España. Pan y toros debes proporcionarla para hacer en lo demás cuanto se te antoje in secula seculorum. Amén".
Por su parte, Pepe Hillo, Costillares y Pedro Romero, fueron tres famosos toreros españoles. El primero de ellos, cuyo nombre era José Delgado Guerra, nació en Sevilla en 1754 y murió en Madrid en 1801. Junto a Costillares, quien fuera su discípulo y a Pedro Romero, quien era su rival, fue uno de los que fijó las reglas y el estilo de la corrida de toros.
Costillares se llamaba en realidad Joaquín Rodríguez y nació en Sevilla en 1743 y murió en Madrid en 1800. Es considerado el padre del espectáculo taurino moderno, como innovador y organizador de la lidia.
Pedro Romero Martínez nació en Málaga en 1754 y murió en 1839. Descendiente de una dinastía taurina muy conocida, su padre Juan Romero y su hermano menor, José, fueron también matadores de toros. Además, se atribuye a su abuelo, Francisco Romero, el mérito de ser el primero que empleó la muleta y el estoque para dar muerte a un toro.