MADRID 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La selección española Sub-20 ha conquistado este domingo la medalla de bronce en el Europeo disputado en Estonia, al vencer a Rusia (70-63) en el partido correspondiente al tercer y cuarto puesto del torneo, en un encuentro dominado en todo momento por los de Sito Alonso, que cierran su participación con el noveno podio consecutivo de la categoría para el baloncesto español.
España, que mostró dificultades durante todo el torneo para hacer valer las rentas que conseguía durante los partidos, sí supo hacerlo en esta ocasión. El combinado español, fundamentado en Dani Díez (19 puntos y 8 rebotes) y Sebas Sáiz (15 y 13), que jugará en la NCAA con los Ole Miss Rebels, y en las 22 pérdidas de balón de Rusia - 18 en la primera parte -, se hizo con el tercer cajón del campeonato, tras conseguir el oro en 2011, la plata en 2002 y 2007 y cinco bronces en los años 2000, 2008, 2009, 2010 y 2012.
Por su parte, la selección rusa puso en aprietos a España en el último cuarto gracias, en buena parte, a la excepcional actuación de Gudumak (20 rebotes y 10 rebotes), con 12 puntos en los últimos minutos, que hicieron temer la victoria española.
El conjunto rojigualda comenzó el encuentro con gran intensidad ya que la presión a la salida del balón y los puntos en contraataque fueron la tónica. Pero Rusia, que siempre muestra un gran nivel competitivo en todas sus categorías, tornó el ritmo en los siguientes instantes en unos minutos caracterizados por los parciales de ambos conjuntos en los que un arreón final de los españoles dejó el marcador seis arriba (23-17).
En un segundo cuarto parecido, el conjunto español se marchaba al descanso 37-28, siendo Dani Díez (11 puntos) y Sebas Sáiz (10 puntos y 6 rebotes) los más destacados.
En la reanudación, un parcial de 8-0 español en dos minutos de 'pájara' rusa dio a los de Alonso una ventaja crucial en el transcurso del choque (52-39). En el último cuarto, Rusia se enganchó tras ir perdiendo por más de dieciséis puntos y se puso a cinco gracias a la labor del pívot Gudumak en la zona y las acciones de Zakharov.
En los últimos minutos, Diez y Sáiz se echaron el equipo a la espalda en una España que vivía del rebote ofensivo ya que no veía el aro para anotar. Gracias a los cuatro puntos consecutivos de Guillem Vives (17), el base dio vida a España que pudo cerrar la medalla de bronce en la final de consolación.