SEVILLA 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una exposición inaugurada hoy en la Fundación Cruzcampo de Sevilla, con fotografías de Alfonso, uno de los fotógrafos más célebres de la época, recuerda la Vuelta Ciclista a España de 1936.
La muestra ofrece una selección de imágenes que el fotógrafo Alfonso Sánchez García (Ciudad Real, 1880-Madrid, 1953) tomó, durante la segunda edición de la carrera, y que forman parte del fondo custodiado en el Archivo General de la Administración.
El acto contó con la presencia de Javier Guillén, director general de la Vuelta a España, y de varios representantes del equipo Andalucía-Cajasur que participará en la edición de 2010, así como de Rogelio Blanco, director general del Libro, Archivos y Bibliotecas dependiente del Ministerio de Cultura.
La exposición, que estará abierta al público durante todo el mes de julio, plasma el gran cambio que han sufrido la sociedad y el deporte español a lo largo de los años. Como se recordará, Sevilla será escenario, el próximo 28 de septiembre, del inicio de la LXV edición de la Vuelta a España, con una contrarreloj nocturna por equipos, que supondrá el regreso de la competición a la capital hispalense después de 15 años de ausencia.
La segunda edición de la Vuelta a España, que partió de Madrid el 5 de mayo de 1936, se disputó en 21 etapas con más de 4.400 kilómetros recorridos, distancia que tuvieron que completar los 50 corredores que llegaron a la meta en el Estadio Metropolitano de Madrid.
La delicada situación social y política que vivía España, en puertas ya de la Guerra Civil (1936-39) estuvo a punto de impedir la celebración de esta segunda entrega de la ronda española. De hecho, no fue hasta el mismo día de su comienzo cuando se pudo confirmar que la prueba tendría lugar.
No obstante, el esperado duelo entre los dos primeros clasificados del año anterior, Deloor y Cañardo, se vio truncado por una caída del español en la primera etapa. Un perro se cruzó en el camino de Cañardo y éste se fue al suelo, sufriendo múltiples heridas en las piernas y en la cabeza. Pese a ello logró llegar a la meta, aunque sus opciones de liderar la clasificación el último día ya habían desaparecido totalmente.
El belga ya no abandonó el liderazgo y se dedicó a ayudar a su hermano Alphonse para que consiguiera el segundo puesto, algo que logró gracias a la involuntaria colaboración de Escuriet, segundo clasificado hasta la penúltima etapa, en la que sufrió una terrible 'pájara' que le relegó al quinto puesto final.