LONDRES 25 Ago. (EP/Reuters) -
El árbitro inglés Howard Webb, que dirigió la final del pasado Mundial de Sudáfrica que España le ganó a Holanda en la prórroga, ha reconocido su error en aquel partido al no expulsar al holandés De Jong, que propinó una brutal patada a Xabi Alonso cuando se llevaban 25 minutos de juego.
Webb mostró catorce tarjetas amarillas en la final mundialista, incluyendo las dos que mostró a Heitinga, expulsado en la prórroga. El árbitro y sus dos asistentes, Darren Cann y Mike Mullarkey, fueron criticados por permitir el juego duro de Holanda.
"Queríamos ser firmes pero también queríamos hacer bien nuestro trabajo. Cuando echó la vista atrás a aquellas dos horas de partido no hay mucho que cambiaría. Una de las cosas que cambiaría sería el color de la tarjeta a De Jong. Era tarjeta roja pero la decisión no se basó en que era la final de un Mundial, sino en el ángulo de visión que yo tenía", explica Webb un mes y medio después del partido.
En una entrevista a Reuters, el colegiado detalla su punto de vista de aquella acción que habría cambiado el curso de la final. "Solo pude ver que el pie (de De Jong) estaba alto y por la reacción de Alonso deduje que había contacto, pero no lo vi. Me quería basar en lo que había visto, así que decidí sacarle la tarjeta amarilla", se justificó.
Respecto al resto del partido, muy abrupto por el juego duro de la selección holandesa, Webb se confiesa "decepcionado" por el tipo de partido que le tocó dirigir. "Para hacer nuestro trabajo tuvimos que mostrar muchas tarjetas", lamenta el colegiado que, en cualquier caso, quedó satisfecho con la labor arbitral. "Hicimos un buen trabajo en circunstancias difíciles", zanja.