BUENOS AIRES, 24 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Boca Juniors se adjudicó el Apertura argentino 2008, a pesar de su derrota (1-0) ante el Tigre en el último encuentro del 'play-off' que han disputado ambos con San Lorenzo de Almagro, y donde los de La Bombonera finalizaron como líderes.
Después de una última jornada de campeonato ajustadísima, con los tres conjuntos igualados a puntos, la liguilla entre los mismos para decidir al campeón se decidió de nuevo por el margen de diferencia más estrecho posible. Así, Boca, Tigre y San Lorenzo terminaron también igualados a tres puntos después de disputar sus dos encuentros, si bien los boquenses atraparon el título merced a su mejor diferencia de goles.
Y es que los bonaerenses finalizaron con un gol a favor, por el cero de Tigre y el menos uno que marcó el casillero de San Lorenzo. Un escaso colchón que permitió a Boca apuntarse su vigésimo tercer título de Liga desde que en 1931 arrancara el torneo argentino, una cifra todavía muy alejada de la que reposa en las vitrinas de su 'eterno enemigo' River Plate, el club más laureado del fútbol argentino, del que le separan diez entorchados.
El triunfo de Boca Juniors le devuelve a la primera línea del fútbol sudamericano después de cinco campeonatos sin sumar un sólo título de Liga, ya que su último éxito estaba fechado en el Clausura de la temporada 2005-2006.
En el encuentro de ayer, además Carlos Ischia, tecnico de los aurinegros, debió sobreponerse a la baja de su principal referencia ofensiva, Juan Román Riquelme, que con este título culmina de manera triunfal su apuesta después de salir por la puerta de atrás del Villarreal en España.
Su ausencia por sanción pesó a Boca Juniors al que le faltó el 'motor' que coordina su juego. Pese a todo, otro ex del conjunto levantino, Luciano Figueroa, estuvo a punto de poner por delante a su equipo en la primera mitad con un remate que salvó bajo palos Luis Ardente.
La respuesta llegó en un disparo flojo de Martin Morel, máximo goleador del campeonato con 13 tantos, que fue detenido sin problemas por el meta de Boca, Javier García. En la segunda mitad, Tigre se volcó sobre la meta rival e incluso logró ponerse por delante en el minuto 68 tras un cabezazo de Leandro Lazzaro que culminó un preciso centro desde la izquierda de Matias Gimenez.
Así las cosas, Tigre tuvo más de veinte minutos para anotar un segundo gol histórico que le hubira etregado matemáticamente su primer título, pero Boca Juniors tiró de oficio y resistió con éxito las acometidas de su rival, incluso con diez jugadores por la expulsión en el tramo final del delantero Rodrigo Palacio, para adjudicarse el torneo Apertura 2008 y teñir las calles de Buenos Aires en una fiesta de oro y negro.