MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
El gran activo ofensivo del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, una máquina de perforar redes rivales, tiene una espina clavada con el Barcelona, equipo al que nunca ha conseguido marcar ni con el Manchester United ni con el equipo blanco en un total de cinco enfrentamientos precedentes.
El actual pichichi liguero tiene una cuenta pendiente con el equipo azulgrana que se inició en abril de 2008, cuando lideraba un Manchester United que acabó proclamándose campeón de Europa tras eliminar al Barça en semifinales.
Aquella eliminatoria se decidió con un único gol de Paul Scholes en el encuentro de vuelta, pero los 'red devils' podrían haber sufrido menos si Ronaldo no hubiera fallado un penalti en el encuentro de ida. Corría el minuto dos cuando una mano de Milito provocó la pena máxima que el luso mandó fuera de la portería defendida por Valdés.
En la siguiente temporada, el Barcelona se tomó la revancha en la final de la 'Champions' disputada en Roma, donde se impuso 2-0 con tantos de Eto'o y Messi. Cristiano tuvo varias ocasiones al inicio del partido para adelantar al United, pero no pudo concretar ninguna y acabó aquel encuentro desquiciado.
Su llegada al Real Madrid en aquel verano de 2009 no ha servido de momento para que pueda sacarse esa espina azulgrana. En los encuentros ligueros del pasado curso se impuso el Barcelona y en los dos choques tanto el portugués como el equipo blanco se quedaron sin anotar ni un gol.
De esta forma, tras perder cinco ocasiones en tres temporadas, Ronaldo añade una carga extra de motivación a su juego de cara al 'clásico' de este lunes. En la rueda de prensa de este sábado aseguró que quiere marcar "a todos los equipos", pero no escondió que en el "subconsciente" guarda el recuerdo de una espina goleadora con el Barça que desea quitarse cuanto antes.