Sigue imputada, no obstante, por administrar un tratamiento dopante a un compañero de entrenamiento y por delito fiscal
VALLADOLID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
La juez de la 'Operación Galgo', Mercedes Pérez Barrios, ha resuelto exculpar a la atleta palentina Marta Domínguez del delito de tráfico de sustancias prohibidas, principal acusación de dopaje que existía en su contra.
La decisión de la juez, a través de un auto de fecha 14 de abril por el que acuerda el sobreseimiento provisional y archivo de las actuaciones seguidas contra Domínguez, se produce después de que ni la Agencia Española del Medicamento, ni la Agencia Estatal Antidopaje ni el laboratorio de Colonia hayan podido probar que la campeona del mundo en 3.000 metros obstáculos haya traficado con sustancias dopantes, según una información del diario 'El Mundo' recogida por Europa Press.
Al contrario, todos han certificado que aquel bote que la deportista hizo llegar al también atleta Alberto García no tiene nada que ver con la trembolona, la testosterona ni la nandrolona, los componentes prohibidos que la Guardia Civil había barajado como posibles.
El supuesto delictivo nace de una comida que la atleta mantuvo con su agente, José Alonso Valero, el 17 de noviembre de 2010. En aquel encuentro, ella entregó a su representante un vial de color marrón y cabezal dorado para que se lo hiciese llegar a Alberto García. Previamente, los dos deportistas habían acordado el intercambio después de algunos llamadas y mensajes en los que hablaban de 'oro' y 'ron'.
En esas comunicaciones y en esos términos, la Guardia Civil entendió que se escondía una jerga de dopaje para ocultar una sustancia prohibida. Por eso, aquel 17 de noviembre montaron un dispositivo para grabar la entrega del 'oro' de Marta a Alonso Valero y después interceptaron el vehículo de éste para comprobar que llevaba el 'oro' consigo.
Sin embargo, no lo intervinieron, a la espera de que Alberto García lo recogiese en casa de Alonso Valero. Posteriormente, los agentes requisaron ese vial en el registro del domicilio del atleta, el 9 de diciembre, el día que se desencadenó la 'operación Galgo'.
La Guardia Civil creyó tener un caso cerrado de tráfico de productos dopantes. Sin embargo, la hipótesis falló por la naturaleza del 'oro'. Marta Domínguez siempre mantuvo que se trataba de un recuperador muscular legal que compró en Estados Unidos y que está a la venta en los herbolarios españoles como cobre-oro-plata.
Sin embargo, la atleta sigue imputada por dopar a un compañero de entrenamiento, Eduardo Polo, un atleta de 44 años que ni siquiera tiene ficha federativa, así como por delito fiscal, relativo a varias cuentas bancarias que Domínguez tiene abiertas en Andorra y Mónaco.