Un minusválido gallego se convierte en el primer taekwondista en ganar un campeonato con gente sin discapacidad

Actualizado: lunes, 19 enero 2009 11:22

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

Álex Álvarez Vidal sufre una minusvalía del 77 por ciento que no le impidió hacer historia al convertirse en el primer taekwondista que sube al podio en un campeonato absoluto compitiendo con gente sin ningún tipo de discapacidad.

La polirradiculoneuritis que mantiene laxos sus dos brazos le dificulta su día a día y, por supuesto, la práctica del taekwondo. Pero Alex Álvarez Vidal (Ribeira, A Coruña, 1981) nunca se ha rendido. Superación es su palabra referente. Y así lo demostró hace pocas fechas cuando se proclamó medalla de bronce en el Campeonato Gallego absoluto en peso minimosca. Lo hizo después de ganar un combate y perder en semifinales contra Francisco Padín (campeónsub-21).

En sus primeros campeonatos (antes de disputar el absoluto había ganado el gallego de promesas) sus rivales se sorprendían al verlo, una ventaja que ya no tiene. Cuatro años después de vestirse su primer dobok y meses antes de examinarse para cinturón negro (es marrón y las pruebas las tendrá en diciembre de este año), Álex sueña con disputar el Mundial Paralímpico, que se celebrará el 11 de junioen Bakú, capital de Azerbaiyán.

Trabaja de noche, duerme por la mañana y se entrena por la tardeLejos de tener ventaja alguna por su minusvalía, Álex Álvarez añade a los entrenamientos diarios la dificultad de tener que trabajar por las noches. Es administrativo en una empresa del puerto y su horario es de once a dos de la mañana y de seis a once.

"Salgo rendido y me voy a dormir, como, doy un pequeño paseo y me voy al gimnasio para trabajar una hora y media diaria. Es duro, pero me gusta y cualquier sacrificio queda compensado con esta medalla conseguida", reflexiona el deportista. En su club, el Natural Vidal Armadores, es uno más y así trabaja cada día. "No hacemos distinciones. Si en los campeonatos puede pelear con cualquiera, los entrenamientos los tiene que hacer como el resto", explica JuanLuis Martínez, su entrenador.

ABROCHARSE UN PANTALÓN

La vida la afronta con una perpetua sonrisa y mucho coraje. Pero las dificultades siempre han estado ahí presentes. "Cada vez resulta todo más sencillo. Ahora, hasta conduzco un ciclomotor, algo que extraña mucho a la gente. Sin embargo, antes sí que he tenido que superar muchas barreras". Y recuerda una de las cosas cotidianas que más le costaron. "El día que conseguí abrocharme los vaqueros conseguí un pequeño triunfo más".