MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El próximo sábado 24 de mayo la capital de España se paralizará durante dos horas para ver el partido del año. Real Madrid y Atlético de Madrid se enfrentarán por convertirse en los Reyes de Europa. El club blanco peleará por conseguir la ansiada décima, mientras que los rojiblancos intentarán cerrar una temporada histórica logrando su primera Champions League.
Hasta ese día no conoceremos el ganador, pero lo que sí sabemos ya es dónde se desplazarán jugadores y aficionados de ambos clubes en caso de obtener la victoria. La diosa Cibeles estará lista para recibir al club de Carlo Ancelotti, mientras que Neptuno, engalanado desde el pasado domingo tras conseguir la Liga, esperará de nuevo a los del Cholo para teñir Madrid de rojiblanco. Sabemos dónde celebran los triunfos estos dos clubes pero, ¿sabemos por qué?
Sorprendentemente, el club pionero en celebrar sus títulos en la diosa Cibeles fue el Atlético de Madrid. La consecución de la Recopa del año 1962 por parte de los colchoneros supuso un antes y un después en las celebraciones futbolísticas. Fue la primera vez que un grupo de aficionados acudía a una fuente, y la localización céntrica de la Cibeles propició que los aficionados se desplazaran hasta allí, sin ningún otro motivo.
Empezó entonces una costumbre que los aficionados del Real Madrid comenzaron a copiar, y durante la década de los 70 y los 80 llegaron a celebrarse en la misma fuente victorias del Real Madrid y el Atlético, e incluso de la Selección Española.
Sin embargo, la consecución de cinco ligas seguidas por parte del Real Madrid entre los años 85 y 90 de la mano de la Quinta del Buitre, comenzó a ligar exclusivamente al club merengue con la, hasta entonces, "diosa compartida". La Cibeles empezó a asociarse al club blanco, y los rojiblancos decidieron "mudarse" unos metros por el Paseo de la Castellana hasta llegar a Neptuno.
La primera celebración atlética en Neptuno se remonta al año 1991, cuando los colchoneros vencieron al Mallorca en la final de la Copa del Rey. Desde entonces, los aficionados rojiblancos se desplazan hasta esa fuente para celebrar las victorias junto a los jugadores, desvinculándose totalmente de la Cibeles, símbolo blanco desde hace unas tres décadas.
Separados por tan solo unos metros, Cibeles y Neptuno esperarán el próximo sábado ser rodeados y engalanados por Gabi, en el caso del Atlético de Madrid, o por Íker Casillas, el capitán del Real Madrid. Solo uno de los dos dioses disfrutará de la victoria. ¡Que gane el mejor!