La primavera suele traer temperaturas más templadas, pero no siempre nos libra de algún que otro golpe de frío. En muchas casas, los sistemas centrales de calefacción se apagan con la llegada de abril, confiando en que ya no harán falta. ¿Qué hacer entonces cuando aparece una ola de frío inesperada y no quieres comprar nuevos aparatos portátiles? La solución puede estar más cerca de lo que imaginas: tu propio aire acondicionado.