EDIZIONES, 26 Abr.
Encontrar una manera de mejorar la calidad de vida para las personas sin hogar inspiró a una joven estudiante adolescente, de 16 años, a inventar un revolucionario saco de dormir ligero, resistente y seguro hecho con plástico de burbujas, velcro y cinta metálica impermeable.
Emily Duffy, estudiante de Desmond College, Limerick, presentó su proyecto en un evento para jóvenes científicos, donde la mayoría de inventos que se presentan son de carácter tecnológico. Preguntarse cómo mejorar algo que ya existe es lo que ha llevado a Emily a desarrollar un producto eficaz y revolucionario que emplea materiales de bajo coste para su elaboración.
Algo tan simple como sustituir las telas existentes en los sacos de dormir, que terminan empapándose en condiciones climáticas adversas como agua o nieve, por plástico de burbujas que, además de aislar, ayudan a mantener el calor corporal de una persona o recubrir las costuras con cinta metálica resistente al agua, entre otras cosas, ha hecho que este revolucionario invento haya captado la atención de organismos como el Instituto de Mendicidad de Dublín.
(Vía YouTube)
El Instituto de Mendicidad es una organización benéfica dedicada a los sin techo. Su gerente, Charles Richards, propuso a Duffy trabajar codo con codo para convertir en realidad un proyecto que mejoraría la calidad de vida de cientos de personas.
Así fue como un año después, y tras algunas modificaciones, los sacos Duffily comenzaron a distribuirse primero en Dublín y después a otras regiones del norte de Francia para emigrantes y refugiados.
Además, la organización benéfica estableció un taller para que los propios usuarios del servicio aprendieran a hacer sus propios sacos de dormir y recibir un salario (20€) por sesión a cambio. El taller se lleva a cabo dos veces por semana y está destinado a personas sin hogar a largo plazo que no tienen derechos en Irlanda, tal y como recoge ABC News.