DESCONECTA, 22 Dic.
Todos hemos aprendido en el colegio que cuando una masa de aire caliente condensa el vapor de agua en forma de nube y cae en forma de precipitación a unas temperaturas bajo cero, se produce una cristalización de esa agua y se llega a producir nieve. Pero, ¿se podría recrear este fenómeno con agua caliente y unas condiciones climáticas adecuadas?
La respuesta a esta pregunta la tiene Michael Davies, fotógrafo con base en Ontairo, Canadá, que se trasladó el pasado domingo a unos 20 kilómetros del Círculo Polar Ártico, donde las temperaturas llegan a los -40º, con varios termos de té hirviendo en una mano y una cámara fotográfica en otra para retratar el espectacular y mágico efecto en mitad de una puesta de sol.
En una zona propensa a los extremos climáticos y donde la luz solar desaparece antes de llegar al mediodía las opciones de ensayo y error tenían que ser las justas y por eso, Michael se llevó a un amigo para que le ayudase en la tarea. El resultado lo subió a Flickr y los internautas no pueden estar más sorprendidos.
- Mira el resto de la sesión de fotos pinchando en este enlace.
Si bien es cierto que es sorprendente no es nuevo, pues una de las actividades favoritas de algunos canadienses con la llegada del invierno es poner la cámara a grabar mientras en las calles de su vecindario o en sus propios balcones se dedican a lanzar al aire gélido un vaso o un buen chorro de agua hirviendo. Uno de los vídeos más populares de este particular experimento es este que hemos rescatado de YouTube y que fue subido en enero del pasado 2014.
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