EDIZIONES, 25 ene.
Existen historias que de verdad inspiran y una de ellas la protagoniza Shi Yuying, una anciana, de 76 años, que cada día, durante los últimos cuatro años, camina 24 kilómetros para llevar a su nieto discapacitado en silla de ruedas al colegio. Llueva o haga sol.
Yuying realiza un total de ocho viajes ida y vuelta para llevar a Jiang Haowen, de 9 años, al colegio y regresar a su casa en la provincia rural de Guangxi, en el sur de China. La abuela, según recogen algunos diarios locales, es la única cuidadora del niño, cuyo padre trabaja en otra ciudad para poder mantener a la familia.
"Mientras tenga fuerzas, continuaré", confesó a una periodista.
Cuando Haowen cumplió cuatro años sus padres se divorciaron y él se quedó con su padre y con su abuela.
El camino que recorren Yuying y su nieto cada día es largo y sinuoso, lo normal para un sendero de montaña. Pero es que no hay otro. Al principio lo hacían en bicicleta, pero el año pasado recibieron una silla de ruedas por parte del gobierno.
Haowen tiene parálisis cerebral y, debido a ello, no es capaz de caminar por sus propios medios y necesita de una ayuda permanente para poder hacer prácticamente cualquier cosa. El diagnóstico llegó a los dos años, cuando sus padres lo llevaron al médico porque no podía caminar.
"Aunque Haowen no puede moverse con libertad, es un niño muy inteligente", dijo la mujer en una entrevista. Ella dice ser feliz cuidando de su nieto y lo único que quiere es buscar una buena escuela donde niños como su nieto se desarrollen y aprendan adaptando el nivel a sus necesidades.