MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) - El nuevo Plan Vivienda 2018-2021 incluirá una nueva línea de ayudas al alquiler específica para afectados por desahucios y los colectivos sociales más vulnerables, según anunció el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. La nueva ayuda contempla, por un lado, la constitución de un fondo social de viviendas a partir de pisos vacíos que aporten bancos y propietarios particulares y, por otro, una ayuda pública de entre 150 y 400 euros al mes para que los beneficiarios de estos pisos paguen su alquiler. Además, se garantizará a los propietarios de estas viviendas el cobro del alquiler, dado que será la Administración la que abonará directamente dicha ayuda a bancos y particulares. El Ministerio de Fomento aportará el 80% del importe y la comunidad autónoma correspondiente, el 20% restante. Este programa de alquiler de vivienda para colectivos vulnerables constituye así la principal novedad del futuro Plan Vivienda que entrará en vigor en enero de 2018. Para el ejercicio 2017, el Gobierno ha prorrogado el plan 2013-2016 que concluye ahora en diciembre. De la Serna pretende consensuar el nuevo plan con comunidades autónomas, partidos políticos, bancos, promotores, colectivos sociales y todos los agentes implicados en el sector. Por ello, llamará a todos ellos a plantear sus propuestas durante el próximo mes de enero, con el fin de contar con un primer borrador del plan en febrero y comenzar a tramitarlo en primavera. El nuevo plan mantendrá las ayudas al alquiler tradicionales, según indicó el ministro tras iniciar este jueves la ronda de contactos con una conferencia sectorial con las comunidades autónomas, la Administración que tiene las competencias en la materia. No obstante, esta ayuda se modificará, de forma que los gobiernos regionales tendrán más capacidad para fijar la modalidad de la convocatoria en cada territorio. Además, esta ayuda ya no se pagará a los beneficiarios mensualmente, como hasta ahora, sino que su abono podrá tener otra periodicidad, pudiendo ser incluso un pago anual. En cuanto a las ayudas a la rehabilitación de vivienda, el nuevo plan también las modificará y ampliará. Así, se contempla que beneficien a pisos de una menor antigüedad respecto a la fijada el plan anterior (las viviendas construidas antes 1981). En este sentido, y a modo de ejemplo, indicó que las ayudas a la rehabilitación llegarían a cinco millones de viviendas respecto a la actualidad en caso de que pudieran solicitarlas todas las construidas antes de 1996. De igual forma, se abrirán a que puedan se solicitadas por pisos y viviendas unifamiliares y no solo comunidades de vecinos. En el caso de que sean para todo el edificio, se contemplarán ayudas específicas para algún piso concreto en caso de que necesite medidas de accesibilidad. Además, en esta misma línea, el plan elevará la ayuda para adaptar viviendas para personas de movilidad reducida o mayores de 65 años de edad, de forma que subvencionarán 75% del coste total de la obra, frente al 50% actual. De la Serna también manifestó la voluntad a facilitar la financiación para rehabilitar viviendas mediante acuerdos con los bancos y cambios normativos. El ministro avanzó asimismo que el futuro Plan Vivienda reforzará todo lo relacionado con la eficiencia energética de las viviendas, con un programa específico, y dará más plazos a los planes de regeneración urbana promovidos al amparo del actual plan, pero que por distintos motivos acumulan demoras en su ejecución. Además, abrió la puerta a que el futuro plan de vivienda tenga una vigencia superior al tradicional trienio. Para De la Serna, con estos cambios, el nuevo plan "reforzará" las líneas de actuación del actual, "pero adaptándolos a la realidad socioeconómica actual y eliminando rigideces y problemas detectadas en su aplicación".